Durante todo el año, el Palacio de la Capitanía ha estado de celebración por su 250 aniversario, y es que no hay muchos edificios que cumplan esa edad y sigan desempeñando las funciones para las que fueron diseñados. Es un rasgo que destacó el presente de la asociación histórico cultural “The Royal Green Jackets” a la hora de imponerle al inmueble la medalla de oro general Sir John Moore. “Es un edificio regio, bonito y marcial y esperamos que siga así por mucho tiempo más”, alabó el presidente de la asociación, Manuel Arenas.
El acto institucional tuvo lugar en el patio de armas del edificio, y en vez de medalla, se entregó un diploma, que se encargó de recoger el general en jefe de la Fuerza Logística Operativa (FLO), Francisco Javier Abajo Merino, que agradeció el detalle y la labor del colectivo. De hecho, no es la primera vez que los Royal Green Jackets colaboran con la FLO para celebrar el aniversario de su cuartel. Su representación de la obra de teatro “La muerte de Sir John Moore y la Batalla de A Coruña 1809”, fue uno de los primeros actos del programa que comenzó en enero.
El edificio de estilo neoclásico es la sede del mando de primer nivel del Ejército de Tierra del que dependen unos seis mil efectivos que tienen como misión principal el sostenimiento de las operaciones militares en el extranjero de manera que sigue siendo un emplazamiento militar, pero su componente histórico es muy importante.
visitas turísticas
El mando del FLO es consciente de ello y por eso se organizan visitas guiadas cada último viernes de mes. Durante el recorrido, el público puede contemplar el patrimonio que alberga y que incluye la serie pictórica de los meses del año, las lámparas de la fábrica de vidrios y cristales de La Granja y distintos objetos decorativos como espejos, relojes, marfiles y mobiliario que decora sus estancias, incluida su famoso salón del trono con sus cristaleras de acceso.
A todo esto Arenas añadió el aljibe “en el que no se fija casi nadie”. Una obra de ingeniería que hoy en día ha perdido su importancia, pero que cuando se construyó el inmueble, en 1748, por orden de Fernando VI, permitía garantizar una suministro tan vital como el agua a los soldados.
Pero los secretos del Palacio de la Capitanía todavía son desconocidos para muchos coruñeses, por eso Arenas mostró su apoyo al FLO, que se esfuerza en darse a conocer con actividades como el relevo solemne que tiene lugar cada mes.