“Las tasas judiciales son una salvajada, ponen el sistema tributario en contra del ciudadano”

“Las tasas judiciales son una salvajada, ponen el sistema tributario en contra del ciudadano”
Pérez-Cepeda sustituye a Antonio Platas en el colegio coruñes pedro puig

 Aunque Augusto Pérez Cepeda ejerce desde el pasado mes de junio como decano en funciones del Colegio de Abogados, le gusta hablar en presente de su predecesor, Antonio Platas Tasende, que tuvo que abandonar el cargo por una repentina enfermedad. “A veces –recalca– hay cierta tendencia a hablar de él en pasado, y Antonio está vivo, y mejorando día a día en su recuperación, por cierto”. Teniendo en cuenta que ya formaba parte de la junta encabezada por Platas, no sorprende escucharle asegurar que su trabajo seguirá la misma línea, en especial, en su posición contraria a las tasas judiciales.

Una línea muy dura con el ministro de Justicia...
Es donde él se ha puesto, no donde lo pusimos nosotros. Hay algo que me sorprende, tras un año de la ley de tasas. ¿Alguien está a favor de ella? Todavía no hemos visto al primero que salga en su defensa. Como decía Arsenio Iglesias, “non lle vimos o fuciño”. Antonio (Platas) siempre cuenta que Gallardón se presentó en el Consejo General de la Abogacía y aseguró que en la primera instancia no iba a haber tasas. Y después hizo otra cosa bien distinta. Lógicamente, el malestar de la abogacía es total.

Pasado un año desde su aprobación, ¿se percibe el efecto de las tasas en los juzgados?
Claro que se percibe una bajada de litigios. Y en lo contencioso es monstruosa. En algunos casos se llega al absurdo de que la tasa es el 50% de una multa. Claro, pero si la multa es de 300 euros y bonificada se queda en el 50%, entonces, usted tiene dos elecciones: adelantar 150 euros y meterse a ver si le dan la razón, o no y paga finalmente una multa de 300 euros más intereses legales, o liquidar todo por 150 euros. Está hecho para que la gente no acuda al juzgado.

El ciudadano está entonces en desventaja respecto a la administración o, por ejemplo, a una compañía de seguros.
Obviamente. Aquí el que más tiene es el que más seguro está. Imaginemos una expropiación, que la administración se la valore en cien mil euros. Si usted cree que vale un millón, tiene que montar un pleito de 900.000 euros. ¿De dónde saca el dinero? Yo veo en la ley un defecto fundamental, que es que las tasas son para contribuir a los gastos públicos, y aquí se hizo una tasa disuasoria, es decir, para darle a alguien un motivo para que no haga algo.

Llaman la atención las declaraciones del abogado de las cofradías de pescadores afectadas por el vertido del “Prestige”, que la semana pasada dudaba de si recurrir la sentencia por el alto coste de las tasas.
El poderoso, el que tiene buena situación económica, tiene una franca ventaja. La justicia ya no es igual para todos. ¿Cómo va a poder ir una persona afectada contra toda una naviera? Por de pronto, para iniciar un recurso de apelación hay que poner 800 euros de tasa fija, más el variable, que se eleva según la cuantía. Y una segunda opinión sobre un litigio es fundamental. Es lógica. Un juez se puede equivocar, ¿cuántas veces se revocan sentencias? Creo que el recurso forma parte del derecho. Está contemplado desde hace siglos. No se puede actuar así, con el desconocimiento de toda la historia.

Por otra parte, lo recaudado hasta septiembre con las tasas judiciales, 101 millones de euros, está muy por debajo de las previsiones del Gobierno, de 306 millones...
Eso da una idea bien clara de que su fin no es obtener dinero para sufragar algo. Su fin es que la gente no acuda al juzgado. Y el juzgado, así en genérico, es la forma lógica, natural y civilizada que tenemos de dirimir las controversias los ciudadanos desde hace siglos. La recaudación es lo de menos aquí, lo importante es que no vayan. Yo hago mucho hincapié en esto de que es disuasorio porque me parece el génesis de la injusticia. ¿Cómo emplea usted el sistema tributario en contra del ciudadano? Eso es una barbaridad. Si quiere recaudar porque necesita dinero, pues ponga unas tasas, pero si pone una tasa para coger a alguien y decirle, “y ahora usted no me aparece por el juzgado...” Es una salvajada. Le está negando, aparte de un servicio público, un derecho fundamental.

¿Llaman entonces a unirse a las concentraciones de mañana, coincidiendo con el aniversario de la ley de tasas?
Sí, por supuesto. La abogacía no es un colectivo de pancarta, y yo confieso que voy a ir al frente de una manifestación y aún no me lo creo. Pero la indignación de la gente ha crecido. Lo que es fundamental es que estamos defendiendo un derecho de los ciudadanos. Volviendo al ejemplo de la expropiación que ponía antes. Por muy elevada que vaya a ser la minuta del abogado, siempre será inferior al precio que le tenían que pagar al dueño del terreno. El más interesado es él. n

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