Jacobo es el único de los siete que no tiene carné burgalés. Es de A Coruña, pero acabó tocando el banjo en La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A) por amigos de amigos. Hoy llegan con su nuevo trabajo “Salvavidas (de las balas perdidas)” a Fnac, donde tocarán en su formato más acústico a las 19.00 horas, como aperitivo de lo que repartirán el 11 y 12 de noviembre en Vigo y Santiago.
Hace cinco años que se mueve entre el folk, el country, el punk y el rock, una mezcla cuando menos atrevida que les lleva a juntar sobre un mismo escenario a niños que patalean al ritmo, a sus padres y, cómo no, a sus abuelos. Y es que en la ensalada que aliñan también caben instrumentos que hablan de patrimonio. Son tradición y ellos no dudan en ponerlos a rodar. Cuenta el integrante que el trabajo cogió forma en la ciudad más pequeña de Europa, Frías. Allí pusieron a centrifugar las ideas: “Desconectamos para componer y nos llegó el rumor de que nos separábamos”.
Nada más lejos de la realidad porque a los pocos meses anunciaron la propuesta en la que Diego Galaz tuvo mucho que ver porque les ayudó en la investigación del folclore patrio. El equipo, explica, funciona así. Como un todo, pero con las tareas repartidas. De esta forma, la parte de oficina la llevan Esteban y Luis, pero el resto se divide y cantan a la vez que encargan camisetas, sabedores de que “las mejores ideas siempre salen adelante”. Así es que introducen el clarinete por primera vez y el repertorio gana un toque francés y también balcánico en “Mil demonios”, sin abandonar el deje irlandés. Invitan al folclore castellano a la fiesta y este viene a golpe de compases irregulares en “Inmensidad”. En esta canción, también se escucha el pandero cuadrado, que “parece como si viniesen todos los indios del Oeste a por ti”. Es una percusión distinta, con una parte muy grave y otra muy aguda. La formación es piropeada desde ámbitos tan dispares como el del punk rock más hardcore hasta la generación Millenial. Caleb, a la batería; Jorge, al bajo; Álvar, al saxo y clarinete; David, al micrófono y a la guitarra acústica; Joselito , al acordeón; Nacho, a la guitarra acústica y la mandolina y Jacobo, que también es guitarra y teclado, son otra cosa. Distinta.