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miércoles | 24 abril | 2024
Hasta siete centenares de kilos de castaña aguardaron ayer en O Courel (Lugo) a la multitud que, habitualmente, y en la edición número 31 no iba a ser menos, acude a la romería gastronómica con la que Folgoso rinde pleitesía a su producto estrella: este aclamado fruto de cáscara dura y color marrón.
No es baladí que el mismo cuente con el sello de Indicación Geográfica Protegida puesto que la castaña de Folgoso, que en tiempos quitó mucha hambre y hoy es una habitual entre fogones, en multitud de platos (guisados y hasta con marisco, así como en repostería), es, según los expertos en la materia, la más exquisita, con su inconfundible sabor dulce. La fiesta en su honra tuvo su pistoletazo de salida con los “Cantores do Courel” y el Souto da Carroza no solo fue escenario de la degustación gratuita de castañas asadas (así lo estipula la tradición) y vino, sino también epicentro de los puestos de artesanía y de otro manjar muy gallego, el churrasco.
El pregón corrió a cargo del reputado restaurador Miguel Ángel González Quintela, oriundo de Ourense, y que ostenta un codiciado galardón obtenido precisamente en el concurso de elaboración de platos con ingredientes de castaña. En Folgoso, se pudo ver cómo se hace un magosto tradicional y cómo se prepara su castaña, puesto que se asa tal cual y, si alguna estalla, se deshecha, dado que esta es su única manera de comprobarlo y la que creen mejor.
La cosecha, por la climatología adversa, no fue tan abundante como en otras ocasiones, pero este contratiempo llega a olvidarse en una jornada en la que los asistentes entran en comunión con la naturaleza y con esta suculenta materia prima que ofrece.
