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sábado | 20 abril | 2024
Casi medio millar de personas, entre ellas trabajadores de Alcoa, recorrieron la distancia entre el estadio Santiago Bernabéu y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en un manifestación en la que pidieron una solución de futuro para las plantas de Avilés (Asturias) y A Coruña.
Los trabajadores de Alcoa, que pusieron fin así a la llamada “marcha del aluminio”, que se inició el pasado 13 de junio en Avilés, reclamaron que la solución para las dos plantas abarque más de los dos años de empleo garantizado que establece el proyecto del fondo suizo Parter Capital.
La manifestación, que estuvo encabezada por una pancarta con el lema “No al desmantelamiento de la industria”, se inició poco antes de las 12.30 en el estadio Santiago Bernabéu, del Real Madrid.
En la protesta participaron trabajadores de Alcoa, familiares, y representantes sindicales estatales, entre ellos el secretario general de CCOO, Unai Sordo, y los responsables estatales de la Federación de Industria de CCOO, Agustín Martín, y de UGT-FICA, Pedro Hojas. El presidente del comité de empresa de Avilés, José Manuel Gómez de la Uz, dijo que los trabajadores de Alcoa quieren una solución “real y no ficticia” como la que supone la venta de las plantas, ya que en un inicio no suponen empleo activo para la totalidad de las plantillas y dependerá en el futuro de la evolución de los costes eléctricos en España, que, lejos de mejorar, están empeorando.
Reunión
Los sindicatos de Alcoa se reúnen hoy con representantes del fondo suizo Parter Capital, el inversor interesado en adquirir a la multinacional del aluminio las factorías de A Coruña y Avilés (Asturias), para que les exponga su proyecto industrial, un encuentro al que asistirán representantes del Ministerio de Industria.
El secretario de la federación estatal de Industria de CCOO, Agustín Martín, se quejó de que la participación de los trabajadores en el proceso ha sido “muy limitada” e indicó que lo que van a exigir es que la venta garantice que los trabajadores tendrán salida, pues no quieren que “el proyecto sea efímero”, sino un proyecto con futuro y no “especulativo”.
La preocupación por el futuro de los lugares en que se ubican las plantas que Alcoa quería cerrar alcanza también a los familiares de los trabajadores, como Rosa Mari Álvarez, que fuera mujer de un empleado de la fábrica de Avilés y madre y suegra de otros.
Así, Rosa Mari Álvarez se preguntaba ayer en Madrid a dónde irán los “chavales jóvenes” si la solución para Alcoa no da continuidad y se quejó de que los políticos no den la cara, incluido el ahora presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que, cuando fue a Asturias, “no nos dejaron acercarnos a él”.
Hoy, además de la reunión prevista entre representantes de los trabajadores, Gobierno y el inversor, por la tarde los sindicatos vuelven a reunirse con Alcoa.
