Llegó el esperado día de volver a escribir en las páginas de los pocos enfrentamientos que en la historia han enfrentado a Depor y Lugo. Las aficiones, más hermanadas que nunca, tienen ganas de fiesta, de enseñar sus colores al mundo, de una jornada inolvidable.

La palabra ‘rivalidad’ poco vale en este partido. Eso es otra historia, aquí juegas tres puntos contra un amigo. Uno de los buenos. Históricamente Deportivo y Lugo han sido equipos que han ido de la mano, que se han llevado bien entre instituciones, aficiones. Ni que decir tiene que, además, al igual que ocurre con el trasvase Ourense-Pontevedra, en el norte pasa lo mismo, pero con Lugo-A Coruña.
Son ciudades hermanas, a nadie le cabe duda, y por noventa minutos se dedicarán a animar a los suyos para, después del partido, seguir festejando sólo el mero hecho de estar aquí, en una jornada histórica, independientemente de lo que ocurra en el campo. Eso sí, por las tierras atlánticas se apuesta por la victoria herculina y por las lucenses por el triunfo rojiblanco.

partidazo
Una vez ruede el balón diremos aquello de “amiguiños sí, pero a vaquiña polo que vale”. Serán noventa minutos muy interesan tes, amén de por el ambiente de la grada, porque se enfrentan dos conjuntos bien entrenados, bien armados y, posiblemente, en su mejor momento.
El Lugo ha ido creciendo de la mano de Quique Setién en un proceso muy seguro, con años de maduración. Le han dejado trabajar y los resultados no se han hecho esperar. Tras ascender la pasada campaña se ha asentado en la categoría y lo ha hecho con una apuesta atractiva y dinámica, jugando muy bien al fútbol y sacándole los colores a más de un equipo hecho a base de talonario.
Los buenos jugadores del Lugo no tienen nada que perder, pues aunque la ilusión de pelear por el ascenso no se la va a quitar nadie a su afición salvo que se bajen muchos enteros en la clasificación, es evidente que el objetivo con el que se arrancó el curso no era, ni muchos menos, andar a codazos con los grandes de la categoría.
Pero así de mágico y competitivo es este deporte. El cuadro rojiblanco se ha erigido en la revelación de la temporada, en el mejor equipo en base a presupuesto y resultados, y llega a casa del flamante líder de la categoría con toda la intención de vencer y, si puede ser, jugando incluso mejor que él. Así se presenta este invitado, con unas credenciales dignas de los mejores de Segunda División.
El Depor, por su parte, sí tendrá presión, y mucha. No sólo la de Riazor o la del derbi, o que el rival sea supuestamente más modesto pero esté capacitado para darte un buen repaso si las cosas le salen bien. El Depor también es el líder y, por primera vez en el campeonato, defenderá esta posición de privilegio lograda a base de una espectacular racha de victorias consecutivas.
A tenor de lo que viene trabajando Fernando Vázquez y en referencia a sus declaraciones esta semana parece que el equipo sufrirá algunos cambios con respecto al que se impuso a la Ponferradina la pasada jornada.
Es posible que Laure regrese al once, tiene un 80% de opciones de hacerlo, y también que Rudy haga lo propio.