Se espera un mercado más conservador y más barato

El español Rodri Baster, fundador de la agencia de representación de jugadores Promoesport y actual director de Promoesport International, ha pronosticado un mercado futbolístico conservador y con caída del precio de entre un 25 y un 30 por cien como consecuencia de la crisis por la COVID-19, que ya ha frenado algunos movimientos.

Desde Sevilla, donde pasa estos días de confinamiento con la familia, siempre pegado al teléfono, Baster atiende a Efe para analizar cómo se moverán los equipos a la hora de incorporar jugadores de cara a la próxima temporada.

Acostumbrados a traspasos multimillonarios, vaticina que, al menos este año, el mercado se resentirá y no seguirá la tónica de los anteriores, cuando, por ejemplo, el París Saint Germain pagó 222 millones por el brasileño Neymar (2017).

Confiesa que su agencia, que representa a unos 350 futbolistas y ha realizado más de 2.000 operaciones en todo el mundo, ha tenido “varios clientes afectados” por la COVID-19, pero “asintomáticos o con sintomatología leve”, por lo que se da “por satisfecho”.

 

Un sector sano

A nivel económico, defiende que, “a día de hoy, el sector del fútbol está mucho más sano que en la crisis del 2008”, que, en su opinión, resultó “devastadora porque los clubes y la patronal estaban quebrados, no había una Liga fuerte, no había venta conjunta de derechos de televisión y cerca de 30 clubes entraron en concurso de acreedores”.

“No es la realidad actual, con un reparto televisivo más equilibrado, una Liga cohesionada y fuerte y eso, unido a que equipos han entrado en ERTE o han negociado reducciones de salarios, hace que el cajón de la temporada 2019/20 se salve. Si se vuelven a jugar las competiciones, aunque sea sin público, la pérdida será cuantiosa pero soportable”, asegura.

En cambio, advierte, si en la temporada 2020/21 los partidos se juegan a puerta cerrada “o las televisiones redujeran sus pagos a los clubes, la liquidez de estos se vería mucho más afectada y también los mercados”.

Si ese cóctel se produce, arguye, “sin ninguna duda los más afectados van a ser los equipos grandes, que seguramente serán también los que antes salgan” de la crisis, ya que una parte importante de los ingresos depende, indica, de la venta de “entradas y merchandising”.

En ese caso, se generaría una cadena: “Si los clubes top no inyectan dinero al mercado, obviamente los traspasos serán mucho menores” y los clubes que están a un nivel inferior “no tendrán mucho dinero que gastar”.

No obstante, precisa que para aquellos clubes que se encuentran en mejor situación económica, menos hipotecados, surge una oportunidad y pueden aprovechar la ocasión “para dar un paso adelante a nivel cualitativo con respecto a algún competidor que tenga más dificultades financieras a corto plazo”. Esas serán las excepciones porque, a su juicio, se avecina un mercado “más conservador” para los clubes, “bien por falta de liquidez o por prudencia” y estima que “los precios de los traspasos van a sufrir un retroceso”.

Se espera un mercado más conservador y más barato

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