verónica forqué
protagonista de Shirley Valentine
Verónica Forqué destilará el sábado en el Colón y desde el perímetro de una cocina la situación de una mujer que, como muchas, habla con una pared. A ella le cuenta que una amiga le ha invitado a realizar un viaje, que es igual que el aleteo de una mariposa en la India. Hace que todo cambie.
entrevista de marta garcía márquez
Verónica se levanta lamentando ser más Verónica que Shirley en la función de hace dos días porque la inglesa tiene mucho que decir sobre las cuerdas que tensan el mundo y que apartan a las mujeres como si fueran migas de pan en una mesa.
Justo cuando cumplen cincuenta y tienen muchas cosas que decir.
Viene con una historia que se cuece entera en una cocina inglesa.
Sí, y ahora estoy como Shirley pero en la cocina de mi casa tomando café porque tengo un horario de cómica, de modelo de pintura de Montmartre. Shirley es más madrugadora que yo, pero ella vive en Liverpool y tiene una vida de hace años con dos hijos que ya no están. Ella habla con la pared de la cocina porque está sola, algo que ha decidido el autor y que es incomprensible por su carácter.
Porque Shirley cae bien.
Me cae bien a mi y a todo el mundo. Es supergraciosa y tiene ganas y coraje. Mucho más coraje que yo y que tú y que la mayoría de nosotras. Ella cuenta que está sola, aislada del mundo y, en realidad, hablo de muchas mujeres que se pasan la vida guisando para su familia pero que están muy aisladas y llegan a los cincuenta y dejan de ser útiles.
¿Cómo puede contar todo esto en tono cómico?
La obra tiene mucho humor porque el autor es muy listo. El público se está riendo desde el minuto uno hasta el ochenta.
Un reto porque, además de estar sola, tiene que hacer reír.
Eso es muy gratificante. Lo único es que tengo que estar muy sana para hacerla y no acatarrarme. Tengo que tener mucho cuidado con eso porque el catarro es el gran enemigo del actor y la ronquera. Yo nunca uso megafonía.
En este sentido, ¿la obra respira del humor inglés o la han adaptado?
En realidad, conectamos mucho con el humor inglés, que tiene un punto de ironía. La versión es de Nacho Artime y aunque no lo firme, yo también enredo en la función y convierto la ironía en algo más inocente. Al final es más la forma de decirlo que el texto. Si te pones con la versión en inglés puedes comprobar que el 90% es lo mismo. Esto también me ocurrió con La abeja reina, con la que estuve de allí para allá y actué en Vigo y Pontevedra. Es también una comedia aunque más complicada pero yo la había visto en Londres y la gente se reía con las mismas situaciones que lo hicieron en España. Pero, ¿qué pasa con las pelis americanas? ¿Cuánto nos hemos reído con El Gordo y el flaco? Si es que hay un tipo de humor que todos entendemos y, al final, no somos tan distintos a los ingleses. Solo que ellos toman té y nosotros café.
¿Qué ha aprendido de Shirley Valentine en todo este tiempo?
Sobre todo el coraje que ella tiene para las cosas. Shirley te enseña que no hay que perder el valor. Esto es lo que más me gusta de la obra, además de los puntos de vista que ofrece sobre su infancia y su vida sexual y de la amiga que le invita a Grecia. Mi amiga me ha dicho que me vaya con ella de viaje.
¿Así es cómo empieza la historia?
Sí y esto es fantástico porque redunda en la idea de que por dos o tres cosas que te pasan, tu vida puede dar la vuelta. Lo que cuenta es que todos los seres humanos pueden darle un giro, que las mujeres están muy bien con cincuenta. Mi madre tiene 88 y lee el periódico todos los días. La sociedad nos aparta mucho y, sobre todo, a esta edad. Pasa que los hombres a los cincuenta están en un momento espléndido, sin embargo a las mujeres no nos hacen ni puto caso. Esto depende mucho de nosotras, de decir: pues voy a hacer esto. De lo que habla la obra es de la posibilidad que tenemos todos de cambiar.
Pero a veces es el miedo a tropezar lo que hace que una siga haciendo lo mismo.
Sí pero cada uno tiene responsabilidad sobre su vida.
Además de Shirley, retorna al cine después de años con Ali.
Sí, bueno la palabra retorno queda muy dramática porque realmente hago lo que me ofrecen y me gusta. Cuando llegas a mi edad, apenas hay papeles para ti en el cine. Es como en la vida, que no te miran. Pues aquí pasa igual así que cuando llega uno bueno, lo hago.
¿Qué papel interpreta en la película?
Hago de madre de Ali, la protagonista, un papel que está interpretado por Nadia de Santiago, a la que conozco desde niña. Es una lindísima persona y nos lo hemos pasado muy bien en Sevilla rodando.
Mientras, Shirley ha ido creciendo.
Claro que ha crecido y más que tiene que crecer. El teatro no se acaba hasta que no se acaba. Ayer, sin embargo, fui demasiado Verónica en la obra.
¿Y esto es malo?
A mi me gusta que salga más Shirley, que al final son la misma persona, que no se parezca tanto a mi porque yo ya me tengo muy aburrida.