El patrimonio arbóreo de A Coruña se halla bajo diversas amenazas contra las que lucha el servicio de parques y jardines. Ayer fue necesario cerrar parte de San Carlos para una operación de emergencia: podar varias de las ramas de uno de sus dos olmos centenarios cuyo peso amenazaban con hacer que se desplomara. Los trabajos estaba previsto que se hiciesen entre ayer y hoy, de manera que por la tarde ya era posible acceder a los históricos jardines. Según fuentes municipales, el olmo está debilitado por una enfermedad, de ahí que fuera necesario actuar con urgencia.
Los olmos van camino de convertirse en una especie vegetal rara. Los que alberga el jardín de San Carlos son autóctonos y llevan amenazados desde finales del siglo pasado por la grafiosis. Más conocida como la enfermedad holandesa del olmo, es un hongo. Se cree que su origen se encuentra en el este de Asia, donde las especies de olmos son más resistentes y no se ven tan afectadas, pero en Galicia, su presencia resultó destructiva. Ahora el jardín de San Carlos se ha convertido en una pequeña reserva de la biosfera, uno de los pocos enclaves del nordeste español donde subsiste esta especie de árboles. “Por el momento resiste”, comenta un ingeniero forestal, con los dedos cruzados.
Se espera que la intervención de urgencia de ayer sirva para salvar a este anciano árbol, que constituye uno de los principales adornos de este histórico jardín de estilo romántico inglés, junto con el cenotafio de Sir John Moore, el héroe de la batalla de Elviña y es considerado un conjunto histórico-artístico, integrado en las viejas murallas medievales de la ciudad.
Castaños híbridos
Hace poco, saltó a la actualidad el caso de los arbustos de boj del laberinto del monte de San Pedro, también debilitado por una plaga. El caso del castaño, por ejemplo, es aún peor, hace varios años que no existe ningún ejemplar autóctono en A Coruña, los que se levantan en la avenida de Monelos son, en realidad, un cruce sin ninguna denominación de origen, un producto de hibridación con especies chinas y japonesas, más resistente a una avispilla.
En cuanto a las palmeras, existen ejemplares muy importantes en los jardines de Méndez Núñez amenazados por un escarabajo, el picudo rojo. El anterior Gobierno local preparó un plan de choque contra el picudo rojo, instalando detectores y rociando con insecticidas las palmeras, y por el momento solo se han dado un par de casos aislados en A Coruña, de manera que la situación parece controlada.