11º-16º
miércoles | 17 abril | 2024
Iñaki Urdangarin cumplió su primer día en el Centro Penitenciario de Brieva (Ávila) tranquilo y, después de cumplir con los trámites del ingreso a primera hora del lunes, vio el Mundial de fútbol en la televisión del módulo.
El cuñado de Felipe VI se mostró “correctísimo” desde que llegó a esta prisión situada a menos de diez kilómetros de Ávila, minutos antes de las 8.00 de la mañana, coincidiendo con el cambio de turno de los funcionarios,
confirmaron fuentes de esta prisión abulense.
Tranquilo y concienciado
Según fuentes penitenciarias, Urdangarin pasó la noche con “absoluta normalidad y tranquilidad”, no necesitó ir a la enfermería y da un trato “exquisito” a los funcionarios de la cárcel.
El marido de la infanta Cristina está “tranquilo” y “concienciado” de que es un recluso y que le toca cumplir la condena –de 5 años y 10 meses impuesta por el Tribunal Supremo por varios delitos de corrupción en el caso “Nóos”–, añadieron estas fuentes.
Por su parte, fuentes de la prisión abulense señalaron que en la tarde de el lunes estuvo viendo en la televisión de su módulo el Mundial de Fútbol en torno a las 20.30 horas, coincidiendo con el partido entre Túnez e Inglaterra, que culminó con el triunfo de los segundos por 1-2.
El día discurrió tranquilo y con normalidad, según el portavoz de prensa del sindicato CSIF, José Manuel Couso, quien señaló que el módulo en el que se encuentra el exduque de Palma cuenta con un funcionario de servicio, que en algún momento puede que tengan que ser dos.
Reorganizar el servicio
Con la llegada de Urdangarin, comentó Couso, se tuvo que reorganizar el servicio ya que el módulo en el que se encuentra permanecía vacío desde que en 2005 lo abandonó el exdirector general de la Guardia Civil Luis Roldán.
La llegada del marido de la infanta Cristina obligó a que uno de los diez funcionarios que integran cada guardia haya tenido que dejar la tarea que realizaba en los módulos de mujeres, para cambiarse al de hombres, en el que se encuentra Urdangarin.
Esta situación, además de obligar a reorganizar el servicio diario, también repercute en cuestiones como los días libres o las vacaciones.
