Las personas que padecen alteraciones y patologías sobre todo de párpados, vías lagrimales y patologías de párpados cuentan con los especialistas en cirugía oculoplástica o cirugía plástica ocular de VISSUM, quienes corrigen también los problemas estéticos que guardan relación con el envejecimiento natural del área ocular, tales como por ejemplo las arrugas o las bolsas en los ojos.
Estos profesionales son expertos en realizar blefaroplastias e intervenciones de vías lagrimales. Gracias a sus amplios conocimientos acerca del ojo, están en condiciones de asegurar un funcionamiento correcto del mismo después de la intervención.
Tanto los ojos como los párpados conforman una zona especialmente sensible. Pero los grandes conocimientos funcionales del órgano de visión de los que disponen los oftalmólogos oculoplásticos, da a estos la posibilidad de realizar una cirugía altamente especializada. Tal es el caso de la blefaroplastia, una intervención que puede realizarse tanto por razones estéticas como funcionales.
Los especialistas en cirugía oculoplástica, ayudan al paciente a que sus ojos se encuentren más sanos, vean mejor y luzcan un aspecto mejor. Estos cirujanos realizan una exploración completa a nivel oftalmológico, para aplicar el tratamiento más adecuado en cada caso. Su experiencia es amplia tanto en cirugía de párpados (blefaroplastia), de vías lagrimales (dacriocistorrinostimia) y de órbita ocular.
Hay que tener en cuenta que la morfología de los párpados no condiciona solo el aspecto físico de las personas, sino que sus alteraciones pueden generar determinadas disfunciones de la vista.
De entre las alteraciones que se pueden producir en los párpados y las zonas periféricas del ojo, estarían: la obstrucción de las vías lacrimales (enfermedad frecuente, que provoca lagrimeo e infecciones); párpado caído o ptosis palpebral (que aunque afecta a nivel estético, también reduce el campo de visión); ectropión y entropión (que causan irritaciones, lagrimeo y además, disminuye el campo de visión); anomalías en el movimiento de los ojos (por ejemplo, blefarospasmo y lagoftalmo, de tratamiento más complicado); problemas inflamatorios (tales como flebaritis leves u otras más graves de origen hipertiroideo) y envejecimiento ocular (el rostro refleja claramente los signos de envejecimiento).
Gracias a las operaciones de cirugía plástica en los ojos, se suelen solucionar muchos de estos problemas, o al menos mejorarlos visiblemente. Estas operaciones dan muy buen resultados, si bien deben hacerse con enorme precisión para que no afecten a las funciones visuales.
Una dolencia muy común es la obstrucción de vías lagrimales, que se trata a nivel quirúrgico a través de una técnica conocida como dacriocistorrinostomía, la cual presenta una muy alta tasa de éxito. Por otro lado, los movimientos involuntarios de los párpados, que son muy poco frecuentes, tienen un tratamiento más difícil, pero se suelen controlar a través de infiltraciones periódicas de toxina botulínica sobre el músculo orbicular.
Es en el rostro donde los signos de envejecimiento cobran especial importancia, haciéndose especialmente visibles en la zona de los ojos. Dentro de estos, cabe destacar: el exceso de piel en los párpados, que refleja a veces una mirada triste y cansada, y las bolsas en los párpados inferiores, que se deben normalmente a que la grasa que se encuentra dentro de la órbita se hernia hacia afuera, provocando un abultamiento bajo la piel de los párpados. No obstante, no producen ninguna alteración en la vista.
A la hora de mitigar las bolsas en los párpados, suele aplicarse un tratamiento quirúrgico (blefaroplastia), dado que no existe ninguna crema que haga milagros, y consiga que desaparezcan las bolsas en los ojos, ni el exceso de piel de los párpados. La piel que sobre se debe retirar, pero haciendo posible el cierre perfecto de los párpados. En caso contrario, podrían darse problemas de ojo seco o úlceras corneales.
La blefaroplastia es una técnica bastante extendida, que se realiza con anestesia local y con un tiempo de recuperación aproximado de dos semanas. El resultado se suele ver inmediatamente una vez realizada la cirugía, con una gran mejora tanto cosmética como funcional.
Otro de los principales signos del envejecimiento son las arrugas en la región periocular, frecuentes en el entrecejo, y lo que se conoce como “patas de gallo”. Para suavizar las arrugas en la región periocular, es decir, las “pagas de gallo”, en algunas clínicas se realizan infiltraciones de toxina botulínica y de ácido hialurónico, los dos con bastantes usos terapeúticos en estética y oftalmología.
Cuando se presentan tumores en los párpados y en la órbita ocular, estos pueden ser de tipo maligno o benigno. En uno y otro caso, su tratamiento precisa emplear la cirugía y una correcta reconstrucción plástica de la cavidad anoftálmica.
Dicha cirugía se encuentra indicada para todos aquellos procesos en los que se requiera la enucleación o eviceración (extracción del globo ocular), así como ojos pequeños, tumores intraoculares, ojos ciegos, dolorosos o antiestéticos. Igualmente, este tratamiento quirúrgico se utiliza también para tratar a los pacientes que portan prótesis oculares con problemas de pérdidas de volumen (órbita hundida), a fin de retener la prótesis, o con aspecto antiestético.