Orfebres gallegos defienden su marca propia frente a imitaciones asiáticas

Orfebres gallegos defienden su marca propia frente a imitaciones asiáticas

El presidente de Ourives de Compostela, Roberto Pampín, manifestó hoy a EFE la "necesidad" de hacer visible el proceso, ante el puesto instalado en la compostelana Praza do Toural, porque "hay imitaciones que no son tal, son copias, y este azabache es real, la gente debe familiarizarse".

Estas jornadas de demostración en vivo, principalmente para defenderse del "ataque" del producto asiático, comenzaron el pasado 11 de agosto, y se celebrarán nuevamente los próximos 7 y 15 de septiembre.

"Para las siguientes convocatorias estamos pensando en aumentar el número de artesanos, de los tres actuales a cinco", avanzó Pampín.

La cita de esta mañana contó con la presencia de un veterano, Julio Lado, un jubilado de 75 años que lleva medio siglo dedicado a este oficio, "y si hoy estoy aquí, es por amor al arte, nunca mejor dicho", declaró a EFE.

Lado captó todas las miradas, con su concha compostelana en plata cincelada sobre lacre (resina, tierra roja y aceite). "Es laborioso hacerla, lleva como cinco días, está la chapa plana, luego se marca el dibujo, viene el mazo, por la parte de atrás el relieve, se recorta, pule, el brillo...", resumió.

"Me lleva más tiempo hacer el dibujo artesano que a los imitadores una pieza completa", apostilló, y lamentó la "competencia desleal".

Soledad Mato, otra artesana, es una experta en joyería. "Trabajo con piedras, hago la bata para que encaje la piedra, luego se solda sobre chapa de plata, se recorta de la forma que se requiere y se hacen todos los elementos que hagan falta, se pule y en caso de que haya que poner más piedras, se le añaden", detalló a EFE.

Indignada con las imitaciones, afirmó que "si salimos a la calle es para que la gente sepa apreciar detalles y se acostumbre a ver el oficio".

Su compañera Susana Gesto trabaja la técnica de la filigrana. "Hacemos todo a mano, hasta el alambre, esto es como pintar un lienzo", aseguró, y recordó como cuando solo tenía 7 años su padre, un mito en esta profesión, la tenía con él "haciendo el trabajo de fondo".

La directora xeral de Comercio de la Xunta, Nava Castro, acompañada por la gerente de la Fundación Centro Gallego de la Artesanía y del Diseño, Elena Fabeiro, visitó la muestra para trasladar el apoyo de la Xunta a este colectivo por "su saber hacer" y las "creaciones únicas".

Castro comentó a EFE que de este modo los clientes pueden observar "directamente" la actividad de los creadores, "comprender el esfuerzo" y, si quieren, adquirir algunos de los productos expuestos.

"Se debe poner en valor el trabajo artesano, y que los ciudadanos sepan diferenciar", dijo, en referencia a las imitaciones, "porque estas son manos, no máquinas, que trabajan minuciosamente, con buen material y tarjetas de garantía", apostilló.

Orfebres gallegos defienden su marca propia frente a imitaciones asiáticas

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