Reportaje | El largo recorrido de las aguas que llegaron a la ciudad a caballo entre dos siglos

Reportaje | El largo recorrido de las aguas que llegaron a la ciudad a caballo entre dos siglos
Casa del Agua y sede social de Emalcsa, actual propietaria de los derechos para el abastecimiento de la ciudad

La traída de agua en A Coruña tiene una larga historia. En febrero de 1883 se levanta un informe sobre el proyecto en cuestión, formado por el ingeniero de caminos Juan Manuel Fernández Yáñez: las aguas se conducirían a la ciudad desde el río Barcés o Maroes, fijando el punto de la toma en la balsa de la Muradela distante 21.717 metros del cerro de Santa Lucía, término de la conducción de la traída de las aguas contando con un depósito de distribución en Monte-alto. El informe está firmado por el arquitecto municipal Juan de Ciórraga, aprobado en Madrid por Real Orden el 1 de mayo de 1885, con una traída de 100 litros por segundo asciende el presupuesto a 2.202.500,36 pesetas.

       Se solicitarán varias prórrogas para realizar aquella obra, desde 1885 a 1890, y hubo que expropiar terrenos en Santa María de Oza, Eiris de Abajo y de Arriba. De Culleredo, Palavea, Portazgo, Cordera, La Telva, Carcabelos y Vigovidín. Por Cambre, Sigrás, Meigigo, Lema, Nebreja y Bribes Pequeño. Por Carral, Santa María de Vigo, Taramuño, San Vicente de Vigo y Muradelo. La tarifa del servicio se aprueba por Real Orden del 1 de mayo de 1885 siendo publicado el reglamento de la traída en la Imprenta de Puga, editor de; “El Liberal Coruñés” en la calle Torreiro 22, en 1886.

Estas obras se sacan a subasta pública en dos ocasiones en 1890, en ambos casos las pujas quedan desiertas. Dos avispados empresarios, uno inglés y otro catalán, llamados Ernest John Bayliss y Roberto Baldelló Martínez, presentan su oferta al margen de la subasta, que es aceptada por el Ayuntamiento en diciembre de dicho año. Pero estos individuos el 29 de junio de 1891 traspasan sus derechos a la sociedad inglesa The British and Foreing Trading Limited, siendo su delegado en esta ciudad José Blanco Vilariño, con despacho en la calle San Andrés 158 quien la endosa, a The Corunna Waterworks Company Limited. Empresa representada por Maximiliano Linares Rivas como consejero en A Coruña y en 12 de diciembre de 1899 se nombra representante de aquella compañía a Pedro Fernández del Rincón.

Voladuras

Las obras dieron inicio el 30 de abril de 1893 cuando tres barrenos colocados en los terrenos donde se iba a construir uno de los grandes depósitos de agua, volaron la peña que existía en el barrio de Santo Tomás, en Montealto, y cerca de uno de los molinos de viento de Luis Martínez Pérez.

Desde el inicio del proyecto surgieron problemas hasta que se descubrió un error en el proyecto inicial, lo que da lugar a la formación de otro nuevo que varía con respecto al anterior. Este lo levantó el ingeniero Manuel Bellido en 1896 lo que obligó a paralizar la ejecución de las obras empezadas en 1893. Ante este inconveniente y a pesar de las excusas de la propia compañía, el Consistorio coruñés acordó rescindir la concesión otorgada.

Nuevo siglo

El desarrollo urbanístico de la ciudad con el nuevo impulso del año 1900 hizo que fuera necesaria una nueva estrategia. Después de aquella rescisión con los ingleses del 1 de agosto de 1900, se reunieron varios comerciantes de la ciudad al objeto de llevar el proyecto de la traída de aguas. Por lo que los ingenieros de Caminos Estanislao Pan Pérez y Fermín Casares Bescansa, elaboraron un estudio técnico para abastecer a la ciudad y el 18 de abril de 1903 con un capital de dos millones y medio de pesetas nació la compañía. Se dictaminó que la concesión finalizaría pasados 99 años.

Hoy en día, la propietaria de estos derechos es Emalcsa (Empresa Municipal de Aguas de la Coruña S.A.) pero, por aquel entonces, la Compañía de Aguas de La Coruña cuyo consejo presidía José Marchesi Buhigas, acababa de obtener el permiso para llevar a cabo la nueva traída, tras recibir esta licencia el 25 de febrero de 1904.

Aquel año, en Santa María de Oza, se abrió un expediente sobre la concesión de las aguas del río Barcés, por donde tendrían que pasar las canalizaciones hacia la capital, cuya variación del trazado para dicha traída se acometió en 1906 y afectaba a 43 propiedades del ayuntamiento de Oza, las cuales serían expropiadas según la ley de expropiación forzosa de su artículo 16 del 10 de enero de 1879. El 13 de diciembre de 1905 se otorgó dicha autorización.

De este modo, la Empresa Aguas de la Coruña sería la encargada de garantizar el suministro la ciudad aprovechando el caudal procedía del río Barcés. Estas obras comenzaron enseguida y en 1909 se encontrarían ya en un avanzado estado de ejecución.

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