Mucho convertirá la sala Mardi Gras en un club berlinés a través de su nuevo proyecto de sesiones en directo

Mucho convertirá la sala Mardi Gras en un club berlinés a través de su nuevo proyecto de sesiones en directo
Mucho actuará mañana en la Mardi Gras con su proyecto “Noir Club”

Martí Perarnau IV, o Mucho como se le conoce en el mundo de la música, tenía un sueño para trasladar su último disco, “¿Hay alguien en casa?”, al directo. Ese sueño era incorporar el ambiente de las “raves” y de los clubes berlineses a las salas españolas por las que gira.

Así, mañana, convertirá la Mardi Gras en uno de esos clubes de la capital alemana a través de lo que ha llamado “Mucho Noir Club”. “La idea es hacer música desde que abren puertas, todo ambientado como si fuera un club, y hacemos una sesión de electrónica, en directo e improvisada”, al más puro estilo de las fiestas de música electrónica. “Se trata de generar música que no se ha escuchado nunca y que no se podrá escuchar en otro lado, ni siquiera en internet”, explica Perarnau sobre las mezclas de temas y “loops” de canciones que utilizará en sus sesiones.

Entre las influencias, tanto para el disco, como para el “Noir Club”, Perarnau cita a Nicolas Jaar o Four Tet. “Les he visto mucho y me gusta su manera de hacer electrónica en directo, que es como un ente vivo”, señala, añadiendo que lo que precisamente busca él es hacer de cada noche una ocasión especial y diferente.

Hace un año que publicó el disco y señala que la vida del mismo está siendo muy larga, en gran medida gracias al formato de directos del “Noir Club”, que, al ser diferente en cada sesión, desgasta un poco menos los trabajos. “Me da la sensación de que va a tener mucho recorrido”, comenta, antes de añadir que, de cara al futuro, se plantea ir creando temas sueltos, o en trabajos más pequeños, para que las citas del “Noir Club” sigan creciendo y renovándose. “Me gustaría verlo crecer y poder ir alimentándolo con más música nueva”.

Interés por la electrónica

El interés de Perarnau por este tipo de música tuvo unos comienzos peculiares, “me gustaba, pero lo asociaba a un grupúsculo que había en mi clase de chicos que eran muy pro de la ultraderecha, de ir a discotecas de bakalao y de ensalzar valores que no casaban nada conmigo”, explica.

“De alguna manera me robaron la electrónica”, añade. Pero, su pasión por esta música, a pesar de “escucharla en silencio”, evolucionó hasta el punto actual. “Ahora que soy mayor y que no tengo a nadie que me tosa puedo disfrutarla en libertad”, concluye.

Mucho convertirá la sala Mardi Gras en un club berlinés a través de su nuevo proyecto de sesiones en directo

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