El seguro registra un incendio en A Coruña cada poco más de cinco horas

Los Bomberos acudieron a las dos y media de la tarde de ayer al número 6 de la calle de Sargento Veiga donde se había declarado un incendio doméstico en un ático. Una mujer de avanzada edad inhaló humo, y fue trasladada por una ambulancia del 061, al Hospital Modelo. Al parecer, se había dejado un cacharro al fuego durante demasiado tiempo y el humo llenó rápidamente el piso, desorientándola. Un vecino, que se identificó como bombero forestal, las evacuó antes de que llegaran los servicios de emergencia. Se trata de un tipo de incendio bastante común en A Coruña ciudad donde, según los datos de Unespa, la asociación empresarial del seguro, se registra un incendio cada poco más de cinco horas en una propiedad asegurada. 

La cifra exacta de la frecuencia temporal media es de cinco horas, 28 minutos y 42 segundos lo que convierte A Coruña en  la ciudad de Galicia en la que más incendios de hogares asegurados se producen, En su última estadística, que se remonta al año pasado, la asociación realiza un análisis de los fuegos entre los asegurados, y A Coruña ocupa el puesto número 16, convirtiéndose en la primera ciudad gallega de la lista con el 0,73% de los incendios (Vigo ocupa el puesto número 19).

A nivel provincial 
Unespa extrae estos datos de estudiar los incendios durante dos ejercicios, los de los años 2018 y 2019. Por un lado, se habla siempre de incendios en patrimonios asegurados, que a nivel provincial solo suponen el 2,23% del total, aunque la de A Coruña es la undécima provincia con más propiedades aseguradas. En el caso de una ciudad del tamaño de la herculina, lo habitual es que sea el 14%. 

Por otra parte, no se incluyen las ciudades pequeñas. Según la asociación, la distribución de los incendios de acuerdo con el  tamaño del municipio está muy  repartida, aunque en términos  generales en las poblaciones  más pequeñas, por debajo de los 50.000 habitantes, el peso dentro del total tiende a ser superior. 

La mayor parte de los incendios suelen producirse, en términos generales, en entornos domésticos: más de un 70%, cifra que llega al 85% si sumamos los que se declaran dentro de una propiedad comunitaria.

En el lado positivo, la mayor parte de ellos se saldan sin heridos graves ni mucha destrucción. Como el de ayer: la cocina quedó totalmente destrozada, pero el resto de la casa no sufrió daños estructurales, aunque el humo lo llenó todo. Era tan espeso que los bomberos tenían dificultades para orientarse. “No había visibilidad dentro”, aseguran. Tras apagarlo, solo cabe esperar que los dueños tuvieran un seguro.