Dos años, nueve meses y 27 días. Es lo que han durado los trabajos de demolición de la chimenea de Sabón, en Arteixo, que la compañía Naturgy –antes Gas Natural– dio por finalizados oficialmente en el día de ayer.
Era el 22 de febrero de 2017 cuando la energética comenzó el desmantelamiento de la gran chimenea de la central térmica de Sabón. En aquel momento indicaban que la tarea acabaría en marzo de 2018 pero los plazos han ido alargándose, aunque la empresa siempre indicó que se estaban siguiendo las medidas necesarias de seguridad.
La compañía eléctrica invirtió en el desmantelamiento de las dos chimeneas –la “pequeña” fue derribada en 2016– un total de doce millones de euros.
Procedimiento
La retirada de la torre de 200 metros se realizó de forma similar a su homóloga de 70 metros. Se instaló un monomástil y plataformas extensibles rodeando el fuste; en la parte más alta, donde el espesor del hormigón era menor, el trabajo fue manual con martillos picadores y, a continuación, se cortó con hilo de diamante “en rodajas o sectores” la chimenea, hasta una cota de 30 metros sobre rasante. En la parte más baja se llevó a cabo la demolición de forma mecánica.
Entre las labores de desmantelamiento destacan el vaciado de tanques de fuelóleo, la retirada de residuos varios, limpieza y desgasificado de tanques, así como el desmontaje del oleoducto, las estructuras mecánicas y los equipos electromecánicos. También se procedió a eliminar especies invasoras en la zona.