El carril 30 se instala en Juan Flórez a la espera de su examen de septiembre

El carril 30 se instala en Juan Flórez a la espera de su examen de septiembre
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Los cambios que conlleva la humanización de la ciudad se suman a eso que el Gobierno central ha dado en llamar “la nueva normalidad”: una de las novedades a las que tendrá que adaptarse el coruñés es el carril 30 que ayer se instaló en Juan Flórez. La enorme señal pintada en el suelo advertía sin lugar a dudas al conductor de cuál era el nuevo límite de velocidad. Fuentes de la Policía Local señalan que durante la jornada de ayer no se registraron incidentes, en parte a que el tráfico no se ha recuperado aún de los efectos de la cuarentena, y a día de hoy circulan muchos menos coches (poco más de la mitad) por el centro de la ciudad. De esta manera, la verdadera prueba para el carril 30 tendrá que aguardar hasta que finalicen las vacaciones de verano.

“Ya se ha visto algunas bicicletas y patinetes eléctricos utilizando el carril”, explicaba un agente municipal. Los coches que querían evitar a los medios de transporte más sostenibles se limitaban a circular por el carril central de Juan Flórez, de manera que la calle casi vacía no registró ningún problema de tráfico. La prueba de fuego será en septiembre, cuando la nueva normalidad se parezca cada vez más a la vieja pero con más mascarillas. Aún así, los agentes recuerdan que en hora punta, el tráfico en Juan Flórez no llega a los 50 kilómetros por hora. De momento, no se prevé que sea necesario vigilar con un radar portátil la vía, sobre todo porque no se trata de una de las que más velocidad permiten en el centro del casco urbano.  

Antiguo límite de velocidad

Pero esto no es más que el principio, como reconocen desde el Ayuntamiento, para implantar el límite de 30 kilómetros por hora  por defecto en toda la ciudad. Solo en algunas vías importantes, como las rondas o el Paseo marítimo, Juana de Vega, Regidor Somoza,  Ramón y Cajal, Pérez Ardá, Fernández La Torre, Juana de Vega, el túnel de la plaza de Pontevedra, seguirán contando con el antiguo límite de 50 kilómetros por hora.

Las señales pintadas en el suelo, donde se podía ver una bicicleta y un patinete, dejan patente en qué consiste lo que Rey denominó “nova mobilidade”: dar prioridad a los peatones, a la bicicletas y al transporte público. Barrios enteros, como Os Mallos, son zona 30 desde hace años.

No es una política local. La DGT se plantea que esta se la norma en toda España, pero la volátil situación provocada por la crisis política y por la pandemia ha provocado numerosos retrasos en Madrid, de manera que el Ayuntamiento ha decidido acelerar el proceso por su cuenta y adelantar al Gobierno en lo que se refiere a la zona 30.

El carril 30 se instala en Juan Flórez a la espera de su examen de septiembre

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