Un olor a gas empuja a los vecinos a evacuar un edificio de Manuel Azaña

Un olor a gas empuja a los vecinos a evacuar un edificio de Manuel Azaña
al inmueble acudieron, además de los bomberos, agentes de la policía local patricia g. fraga

La alarma cundió ayer en el número 42 de la calle de Manuel Azaña, cuyos residentes decidieron echarse a la calle después de detectar un fuerte olor a gas. Cuando los bomberos llegaron al lugar de los hechos, docenas de personas les esperaban frente al portal. Pronto se dieron cuenta de que no se trataba de un escape de gas. “Lo que olían era gasoil”, aclararon desde el parque de A Grela. Pero tardaron cerca de una hora en localizar el origen de las emanaciones en el fondo del hueco del ascensor, y otra media hora más antes de dar por terminado su trabajo.
Según pudieron determinar los bomberos, alguien había estado limpiando con gasoil en el segundo subsótano del inmueble y luego se había deshecho del combustible arrojándolo por una cañería, pero esta comunicaba con el desagüe que se encuentra en el hueco del ascensor y que estaba obstruido con silicona. De ahí los gases subieron por el hueco del ascensor y se filtraron por todas las plantas, de manera que donde el olor era más perceptible era en los descansillos.
“Cada vecino decía que olía más fuerte a él. Por ejemplo, en el octavo piso era donde más fuerte olía”, explicó el bombero al mando de la dotación.   Después de una paciente labor de rastreo con explosímetros, los servicios de emergencia localizaron el foco. Una vez que descubrieron que el problema se encontraba en el ascensor, procedieron a bloquearlo, para lo que recurrieron a la ayuda de los técnicos de la empresa instaladora. Después bajaron hasta el hueco y comprobaron que la silicona que llevaba el conducto estaba deteriorada, y por eso había podido subir el olor hasta los descansillos. “Es algo que pasa: con el tiempo, la silicona se ablanda”, explicaron los bomberos.

Los bomberos descubrieron un derrame de gasoil en el fondo del ascensor

limpieza
Después de retirar el material degradado, fue necesario dar  agua para limpiar los conductos de las aguas fecales del combustible que se pudiera haber almacenado en ellos. Tras media hora de trabajo, los bomberos dieron por terminada su labor y se retiraron al parque de A Grela, tras comunicar a los vecinos que hasta entonces habían estado esperando pacientemente en la calle que ya podían regresar a sus casas. Algunos señalaban que habían visto a alguien con una garrafa, pero nadie estaba seguro de quién era el responsable.

Un olor a gas empuja a los vecinos a evacuar un edificio de Manuel Azaña

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