El Aquarium Finisterrae intentará incorporar este año una pareja de tiburones toro que se sumen a la presencia de Gastón y para ello contará con los fondos necesarios en el presupuesto.
La Casa de los Peces lleva varios años manejando esta posibilidad ya que su principal atractivo, Gastón, es un ejemplar ya maduro. Por este motivo existe una partida de 60.000 euros para intentar completar una operación “compleja”, según Marcos Pérez.
El director de los Museos Científicos Coruñeses explica que estos animales se capturan en aguas de Sudáfrica, lugar de procedencia de Gastón, pero con un “cupo limitado” cada año, “bajo demanda” y con una “época determinada” para poder realizar las capturas.
Al tratarse de animales salvajes cada año varía la cantidad de ejemplares que se pueden capturar y el Aquarium espera que se un ejercicio positivo y que se pueda hacer con dos.
“El porte es lo caro porque vienen desde muy lejos en avión”, explica Marcos Pérez, quien considera que si es posible se traiga una pareja, aunque las posibilidades de que se reproduzcan en cautividad es muy remota ya que para ello los animales necesitan aguas “muy cálidas”.
Una fórmula para intentar hacer más accesibles el coste del transporte de los tiburones es “asociarse con otros acuarios”, expone el director de los museos científicos.
Los responsables del centro coruñés entienden que la edad de Gastón y el atractivo de esta especie para los visitantes de las instalaciones hacen que la incorporación de nuevos ejemplares sea uno de los objetivos principales para mejorar su oferta.
Gastón, habitante de la sala Nautilus, es el mayor reclamo del Aquarium Finisterrae tanto para jóvenes como adultos, que observan durante largos períodos de tiempo los movimientos de este tiburón toro que en noviembre de 2018 se hizo famoso a nivel nacional después de que se publicase un vídeo en el que se comía un pargo.
Esta es una de las mejoras previstas y otra es el estudio de añadir nutrias de río a la colección del acuario, para lo que habrá 25.000 euros en el presupuesto.
“Es un elemento muy interesante”, reconoce Marcos Pérez, quien explica que están analizando la “viabilidad” de incorporar a esta especie, además de los permisos y autorizaciones científicas necesarias, un aspecto que “no depende de nosotros”, admite el director de los Museos Científicos Coruñeses.