Ni siquiera la amenaza de lluvia que pendía en forma de nubarrones sobre sus cabezas impidió que los fans de Macaco se dieran cita ayer en la plaza de María Pita. Según calcularon los servicios de emergencias, hasta 12.000 personas se reunieron para escuchar la música de los catalanes que durante dos horas llenaron de rumba y reggae, los dos ritmos que fusionan en sus canciones, los cuatro costados de la plaza mayor.
Los aplausos resonaron cuando Daniel Carbonell, más conocido como “Mono loco”, h inconfundible con su badana en la cabeza izo acto de aparición seguido del resto de su grupo, formado por Didak Fernández a la batería y percusión, Tomas Tirtha Rundquist a las guitarras eléctricas y Miki Ramírez a la guitarra española. De orígenes tan distintos como la música que ellos interpretan, consiguieron que el público se olvidara de la llovizna que caía por momentos. “Con la mano levanta”, “Mama Tierra”, o “Seguiremos”, hicieron las delicias del respetable, que conocía los grandes éxito de los catalanes y los coreó con entusiasmo. Especialmente “Con la mano levanta” fue acogido como un clamor y no hubo nadie frente al escenario que no sumara su brazo en el alto al de los demás.
Pero la banda barcelonesa acudía a la plaza de María Pita también para presentar al público coruñés su último álbum “El murmullo del fuego” en el que los ritmos reggaes y la rumba están muy presentes, como siempre desde el inicio de su andadura, en el que ha predominado siempre la fusión. Se trata de un trabajo enteramente compuesto y producido por la discográfica de la formación. El nuevo disco de la banda catalana destaca por sus letras simples y su espíritu optimista. Sobre todo, la principal novedad es un cuarteto de cuerda con la que se trata de crear “un carácter orgánico” que agradó a los incondicionales. n