El Deportivo de las facilidades

El Deportivo de las facilidades
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El Deportivo de las facilidades, de las concesiones, volvió a regalar, a base de fallos y fragilidad, otro partido esta temporada en ese deambular que le lleva hacia no sé sabe dónde, con Anquela cada vez más tocado, al borde ya del precipicio. El equipo no apareció en el primer tiempo, despertó tarde en el segundo, llegó a meterse en el encuentro y, ya derrotado, sacó coraje para nada. Ya son ocho partidos sin ganar, cuatro puntos de 24 posibles. Ante el Almería, Anquela se la juega.

El técnico retocó el equipo que no había podido pasar del empate ante el Mirandés.  Mantuvo la defensa, reforzó el centro del campo con el músculo de Nolaskoain en detrimento de Shibasaki, sorprendió con Jovanovic como titular en el extremo derecho y dio la punta del ataque a Samuele Longo. 

Los cambios no mejoraron al Deportivo, un equipo descosido, sin confianza, impreciso, bloqueado... Montero tardó cinco minutos en ver la primera amarilla y el Girona empezó pronto a asomarse con peligro al área deportivista.

A los blanquiazules les cuesta un mundo defender las acciones a balón parado. Solo la falta de precisión en el remate de los gerundenses evitó que el primer gol cayera antes de los diez minutos.
Mollejo y Jovanovic no fueron capaces ni de atacar ni de defender en banda. Tal vez habría sido diferente la historia si  el serbio hubiera jugado por la izquierda y el del Atlético, por la derecha. Anquela no lo consideró de inicio y tardó en verlo. Cuando lo hizo, había pasado media hora y ya iba a remolque. 

El Girona creció. A eso contribuyó Borja García, que le creó problemas al Depor por dentro. Suyo fue un remate de cabeza (centrado) que acabó en las manos de Dani Giménez a centro de Jozabed a los 12 minutos, cuatro antes de que tocaran Stuani, Gual y Borja García para que el uruguayo avisara nuevamente a los blanquiazules.

En ataque, un desierto. Aketxe, un fenómeno a balón parado, parece del montón cuando el esférico está en movimiento. Decide mal, como a los veinte minutos cuando, tras un taconazo con clase de Longo, trazó la pared con italiano claramente en posición ilegal en vez de hacer una mejor lectura de la jugada o incluso atreverse a disparar. Es otra consecuencia de la falta de confianza del Deportivo.

Los blanquiazules cometen errores de bulto que se pagan con goles. A los 24 minutos, Lampropoulos le complicó la vida a Nolaskoain con un pase en el centro del campo con el vasco presionado. Se la limpiaron al centrocampista, armó la contra el Girona, Stuani disparó al poste desde la frontal y Borja García marcó en segunda instancia. Esos pases prohibidos a los que Anquela aludía en pretemporada...

Con ese gol se empezó a acabar el partido que el Deportivo no jugó hasta el segundo periodo. Desde que el Huesca agitó los cimientos, el proyecto que no ha dejado de tambalearse. Se derrumba.

El Deportivo, un flan, dio al Girona ocho córners en la primera parte y en todos ellos hubo sensación de peligro. Tampoco se cortó con las faltas en tres cuartos de ataque, esas que los rivales se empeñan en evitar para impedirle la faena a Aketxe. En una de ellas, fallaron las marcas, Bergantiños y Peru no se entendieron y el despeje lo recogió Marc Gual para batir a placer a Dani. 

Los locales pudieron irse al vestuario con una renta incluso mayor. En otro saque de esquina, Aday voleó en el segundo palo y el guardameta deportivista sacó los puños para alejar el peligro. El descanso fue un alivio para el Deportivo.

Lo lógico, después de ver los primeros 45 minutos, es que hubiera cambios en el equipo herculino, pero no. Anquela dio la oportunidad a los titulares de enmendar su desafortunado primer acto. 

Sin permutas, el panorama tardó en mejorar. De una pérdida de Bergantiños, otra contra del Girona. El árbitro también fue demasiado condescendiente con los locales. Le perdonó la amarilla a Borja García por una falta a Montero y solo le mostró otra de ese mismo color a Aday por un manotazo a Mollejo. De esa falta surgió el primer intento serio de los deportivistas, una falta que ejecutó Aketxe por encima del larguero. A los 57 minutos, el primero entre los tres palos, un cabezazo de Mollejo. 

El Deportivo empezaba a carburar. Anquela introdujo el primer cambio: Borja Valle por  Jovanovic. Y fue capaz de transitar por una vez. El berciano recibió escorado en el centro del campo, se fue de Gumbau, se abrió camino por la frontal, disparó con la derecha y la colocó inalcanzable para Juan Carlos. Los blanquiazules estaban, al fin, en el partido. 

El Girona se puso nervioso y el Deportivo se lo creyó. Tenía opciones y había tiempo.  Christian Santos sustituyó a Longo. El equipo rozó el empate en una falta lejana de Aketxe que sacó a córner Juan Carlos. De un córner a favor, una contra que pudo ser mortal. Marc Gual no acertó en el pase.

Otro error individual de Lambro en la salida del balón fue la sentencia. Con Vicente preparado para incorporarse al partido, el griego la perdió y Stuani resolvió para sentenciar a pase de Samu Sáiz, que acababa de entrar. 

El Deportivo murió atacando sin premio, con el coraje que le faltó 45 minutos y que deja a su técnico contra las cuerdas. El Almería puede dictar sentencia el domingo.

El Deportivo de las facilidades

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