El juicio contra el capitán del “Costa Concordia”, Francesco Schettino, por el naufragio del crucero en enero de 2012 comenzó ayer en la localidad de Grosseto, en el centro de Italia, cuando el barco sigue aún encallado frente a las costas de la isla italiana del Giglio.
En esta primera audiencia del juicio por el naufragio del barco de la naviera Costa Cruceros, la defensa del capitán solicitó de nuevo que se pactase la pena, para evitar la condena máxima de 20 años de prisión que afronta el capitán.
La defensa de Schettino propuso una pena de 3 años y 5 meses de prisión para el capitán, acusado de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y de no haber informado a las autoridades portuarias inmediatamente de la colisión que dejó 32 muertos, entre ellos dos peruanos y un español.
Schettino considera una injusticia que él sea el único de los seis imputados en el proceso al que se haya abierto un juicio oral, después de que en la audiencia preliminar no se aceptara la propuesta de su defensa de pactar la pena, algo que sí ocurrió en el caso de las otras cinco personas.
La causa contra estos otros imputados se tratará el día 20, y se estudiarán las penas de entre uno y dos años propuestas para el responsable del puente de mando, Ciro Ambrosio; la oficial Silvia Coronica; el timonel Jacob Rusli, el jefe de a bordo, Manrico Giampedroni, y el jefe de la unidad de crisis de Costa Cruceros en tierra, Roberto Ferrarini.
Inmediatamente después de que la defensa del capitán presentara esa solicitud de pacto ayer al presidente del tribunal de Grosseto, el fiscal Francesco Verusio se opuso a la misma, como ya lo hiciera la Fiscalía durante la audiencia preliminar.
El juicio contra Schettino es un proceso de grandes números, no en vano se celebra en el Teatro de Grosseto por las numerosas solicitudes para participar en él, con 4.228 personas que se han declarado como damnificadas, 62 abogados y 242 peticiones de constitución como parte civil, de las que se espera que los jueces admitan solo unas sesenta. Entre los admitidos se encuentra el Ministerio de Medioambiente italiano, la organización WWF y la propia naviera, Costa Cruceros, al considerar que el hecho de que esta última figure en el caso como responsable civil no impide que pueda constituirse como parte en el juicio contra su ya exempleado. La gran sorpresa de esta primera vista fue la participación de la joven moldava Domnica Cemortan, quien acompañaba al capitán la noche del naufragio y cuya presencia a bordo del crucero, incluso en la sala de mandos en el momento del impacto, dio lugar a multitud de especulaciones.