La huella urbana que fue, y que pudo ser, de un futuro hijo predilecto de la ciudad

La huella urbana que fue, y que pudo ser, de un futuro hijo predilecto de la ciudad
El edificio de Coca-Cola, a la entrada de la ciudad, es uno de los múltiples ejemplos de su obra | Pedro puig

Hay personas que se cuelan, sin que nos demos cuenta, en nuestra concepción del día a día, como es el caso de Andrés Fernández-Albalat Lois y su legado arquitectónico, presente para unos a nivel de vistas y para otros a nivel de uso.

La comisión de Honras e Distincións del Ayuntamiento de A Coruña lo propuso esta pasada semana para nombrarlo hijo predilecto de la ciudad, justo cuando se va a cumplir un año de su fallecimiento.

Fue, en palabras del presidente de la delegación provincial del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia, Roberto Costas, “un pionero”, ya que fue Fernández-Albalat “quien nos trajo la arquitectura moderna a esta ciudad”, con edificios “muy emblemáticos”, que también salpicaron a otras ubicaciones de Galicia, en definitiva, “una obra de vanguardia y de calidad”, recuerda Costas.

El presidente de los arquitectos de A Coruña también recuerda su faceta académica, en la que Fernández-Albalat destacaba, sobre todo, por su generosidad “en la transmisión de lo que conocía, generosidad absoluta”. Era una persona de esas “que un país o una comunidad como Galicia tiene la suerte de ver una vez cada cien años”.

En la obra de Fernández-Albalat se aprecia su inconformismo y su dedicación, tratando de reinventarse y renovarse constantemente.
Su huella está presente en múltiples zonas de la ciudad. A las puertas se encuentra la fábrica de Coca-Cola, que hizo tan solo cuatro años después de finalizar su carrera. 

El número de obras en las que está presente la figura de Albalat es importante y extensa, pero se pueden recordad algunas como el concesionario de SEAT, en Alfonso Molina; la Sociedad Recreativa Hípica; el edificio de la Escuela Oficial de Idiomas; el edificio de Citroen, de actualidad en los últimos días debido a su catalogación; la residencia de Puerta Real, o el centro de cálculo de Caixa Galicia, en Pocomaco, para el que experimentó e innovó con los materiales.

Al recordar su obra, Costas alude también a la sede del Casino, enfrente al teatro Colón, o “el edificio del Caramanchón, en la plaza de Pontevedra, por su presencia”.

La “Ciudad de las rías”
Hoy en día, estamos acostumbrados a hablar del ente supramunicipal que conocemos como área metropolitana, que engloba a A Coruña y los ayuntamientos que lo rodean.

Pero hace más de 40 años, Fernández-Albalat presentó un proyecto que iba más allá, la llamada “Ciudad de las rías”. Se trataba de un proyecto para unir A Coruña y Ferrol con un tejido urbano compuesto por pequeños núcleos poblacionales alrededor de las rías de Betanzos y Ares, y así dar cabida a las previsiones de aumento de población.

La huella urbana que fue, y que pudo ser, de un futuro hijo predilecto de la ciudad

Te puede interesar