La Autoridad Portuaria abre la puerta a que los cruceros atraquen en Langosteira

La Autoridad Portuaria abre la puerta a que los cruceros atraquen en Langosteira
La línea de atraque ya es amplia pero se conectará con la construcción de un tercer muelle en los próximos meses | javier alborés

El desarrollo industrial de la dársena exterior de Punta Langosteira sigue imparable y una vez que el interés de las empresas por implantarse allí crece casi tanto como los tráficos, la Autoridad Portuaria no quiere cerrar ninguna posibilidad de negocio en la infraestructura. Por ello, envió a la Xunta un Plan Especial de la zona de servicio portuaria de la instalación, cuyo informe ambiental salió ayer a información pública, para pedir que se deje la puerta abierta a que incluso los grandes transatlánticos puedan amarrar en los muelles operativos allí. De salir adelante el proyecto, se blindaría una posibilidad que no es descartable de todo ya que el movimiento de cruceros en la ciudad no ha dejado de crecer y en los días en que la escala es múltiple el complejo urbano se queda pequeño. 


La Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Cambio Climático, perteneciente a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, sacó ayer a consulta pública un documento ambiental estratégico y el propio borrador del plan especial para reordenar Langosteira que le remitió hace algunos meses la Autoridad Portuaria. El escrito estará disponible durante dos meses para que los interesados puedan presentar las alegaciones que consideren oportunas, pues este es el paso previo a la emisión ambiental definitiva y a que el Puerto cuente con los permisos. 


El informe, que no había transcendido públicamente, recoge iniciativas cuyo interés es “dotar al ámbito del Puerto Exterior de un planeamiento urbanístico con una normativa para todas las edificaciones y usos que se implanten en este ámbito”. El abanico que han pensado los responsables de la institución es amplio, ya que tal y como recoge el escrito en manos de la Xunta incluso se podría dar la posibilidad de que algunos transatlánticos hiciesen escala en la superficie industrial en el futuro. 

Los redactores del proyecto hablan de que, entre otras cuestiones, es necesario “aumentar el actual espacio portuario, claramente insuficiente”. En el documento, se mencionan dos objetivos fundamentales que son la ordenación “funcional y eficaz” de las diferentes actividades que se desarrollan en el entorno y contar con una “flexibilidad en la ordenación para favorecer la instalación de cualquier concesión-operador de diferentes tamaños”. 

Un futuro flexible
De tal manera, destaca que “dado que todavía no se conocen con exactitud aquellas actividades a desarrollar en la nueva dársena, conviene ser flexibles en la planificación”. Esa apertura de miras hace que todo el trabajo de previsión de la administración portuaria dé lugar a que se permitan “las actividades de carga, descarga, de buques tanto de mercancías como de pasajeros y el transbordo entre buques”. 


Con esta afirmación, en el texto se habla claramente de la posibilidad de que el considerado como tráfico de viajeros en A Coruña –que se circunscribe a los buques turísticos, a pesar de que haya tripulación en el resto de embarcaciones– y, además, se reserva la opción de crear servicios complementarios en los terrenos. 


El Puerto también habla de que se aceptará la manipulación de mercancías, el almacenaje de productos de forma cubierta y descubierta, las labores de avituallamiento, la reparación de buques o la construcción de “instalaciones al servicio del transporte de pasajeros, vehículos o mercancías”, sin descartar que dentro de unos años haya autobuses que conecten el Puerto Exterior con la ciudad y que permitan ese movimiento de visitantes.

De hecho, es una de las cuestiones que contempla el epígrafe del uso portuario comercial, pues habla de los graneles y la mercancía general que ya pasan por la infraestructura, pero también de una hipotética implantación de líneas regulares o puntuales de contenedores, ro-ro y pasajeros a pesar de que en estos tres casos la actividad se desarrolle en los muelles interiores. En paralelo habría un uso complementario enfocado a actividades industriales, terciarias y logísticas.

Necesidad creciente
Si bien es cierto que la bajada a tierra de cruceristas en Langosteira parece muy lejana, no es del todo descabellado pensar que en un futuro podría darse esa situación si el tráfico de buques de ocio sigue aumentando en la ciudad.

El desarrollo hasta alcanzar las cifras actuales empezó con especial impulso en 2009 y el año pasado ya hubo que crear una terminal de pasajeros provisional en el muelle del Centenario en dos ocasiones. De hecho, el gestor de este tipo de movimientos reconoció hace algunos meses que sería interesante una ampliación del muelle de Transatlánticos, pues es lo que permitiría seguir creciendo este negocio de interés para todo el municipio. 

En este contexto, Langosteira podría posicionarse bien como una buena opción debido a la amplia línea de atraque, que se ampliará con un muelle de conexión entre los dos existentes.

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