David Llopis es uno de los más reconocidos psicólogos deportivos españoles. Ha trabajado con diferentes deportistas de élite, ha formado parte del cuerpo técnico de diferentes clubes y como especialista en la materia analiza con Efe la nueva realidad a la que se pueden enfrentar los deportistas.
“Pese a la incertidumbre es fundamental marcarse objetivos. Los objetivos van a ayudar, pero hay que trabajar mucho la confianza y la ilusión por el deporte”, confiesa David Llopis, director del Máster de Psicología y coaching del Deporte de Florida Universitaria-Valencia.
-Después de mes y medio en casa, ¿cómo de importante puede ser para un deportista la psicología o qué papel debe jugar?
-Hoy en día nadie discute la importancia de los aspectos psicológicos en el deporte y los deportistas, pero sí que es cierto que cada uno le da una importancia diferente y, por tanto, el tiempo que dedican a preparar su mente no es el mismo.
Hay que tener presente que hay muchos deportistas que por la incertidumbre, por no poder realizar lo que tenían previsto, por ver que no van a cumplir determinados objetivos o por no poder realizar sus entrenamientos como les gustaría, lo han pasado mal y esto les ha llevado a un desgaste psicológico y emocional importante. Es importante dejar de lado las dudas, los temores y centrarnos en los que queremos lograr y cómo hacerlo.
-¿Cuáles son los principales temores que puede encontrarse un deportista de élite en esta vuelta progresiva?
-Evidentemente hay uno que puede estar presente y es el relacionado con la posibilidad de contagiarse. Sin embargo, este temor no va a ser lo más importante. Lo que más dudas genera entre los deportistas tiene que ver con su estado de forma y el tiempo que necesitan para volver a estar al nivel en el que estaban antes. En este contexto se van a plantear si han estado aprovechando bien el tiempo de confinamiento, si podrían haber hecho algo más o si a sus oponentes les habrá afectado igual.
También van a estar presentes las dudas sobre su modalidad deportiva y cuándo van a poder competir y en qué condiciones. Para el deportista, la competición es el momento más importante por lo que genera a nivel emocional y por lo que supone como fuente de información sobre cómo se encuentra.
-En cualquier conversación de estos días una de las palabras más repetidas es incertidumbre. ¿Cómo se puede gestionar esa incertidumbre?
-Los deportistas deben aprender que no pueden tenerlo todo bajo control y que se tienen que centrar en lo que está en sus manos y depende de ellos.
¿Qué podemos hacer? En primer lugar, como con cualquier emoción, es importante identificarla, no luchar contra ella y tampoco enfadarse por sentirla. Hay que ver también de dónde viene la incertidumbre, la ansiedad o el miedo. Normalmente, ahora vendrá principalmente del futuro, pero también puede venir del pasado y sobre todo de cosas que pensamos que podríamos haber hecho y no hemos hecho. No conviene dedicarle mucho tiempo a pensar o conversar sobre lo que nos preocupa ya que se corre el riesgo de que todos los pensamientos giren en torno a esos temores y uno empiece a obsesionarse. Si aparecen esos pensamientos recurrentes, es mejor cambiar y pasar a poner el foco en otros temas más agradables. Es importante planificar el día y organizar diferentes actividades para tener la mente ocupada.
-Muchas veces, el deportista ha funcionado con objetivos a largo plazo. ¿Puede cambiar la visión y que el corto plazo sea más importante o por lo menos se le dé más valor?
-Establecer objetivos es muy importante para regular la motivación y los esfuerzos durante periodos de tiempo largo. Los psicólogos del deporte lo utilizamos con deportistas cuya cita más importante son, por ejemplo, los Juegos Olímpicos. Los objetivos a largo plazo deben estar perfectamente combinados con los objetivos a medio y corto plazo. Estos objetivos son los que nos tienen que ayudar a establecer el plan de acción. En momentos de más incertidumbre, en los que el estado anímico no es mejor, es más importante poner el foco en el corto plazo para desde ahí empezar a ver todo más claro y cambiar la percepción de la realidad.
-¿Piensa que antes, a la velocidad que parecía ir todo, no se disfrutaba del camino y casi no se saboreaba el éxito o se analizaba el fracaso?
-Con los deportistas con los que trabajo este aspecto lo trabajamos mucho ya que los objetivos se pueden lograr a partir de valorar lo que tenemos y hemos logrado en el trabajo diario. Tener objetivos, tener metas, es importante, pero lo que nos va a ayudar a alcanzarlas, además de tener un buen conocimiento de uno mismo, es la confianza y la ilusión por alcanzarlas. Es la fuerza de la energía que nos permite movernos hacia nuestros objetivos y que nos ayuda a entrenar y a renunciar a diversas cosas a lo largo de un periodo de entrenamiento. Esa energía se nutre de todos los buenos momentos de los que disfrutamos en un día y de darle valor.
-Es importante no dejarse llevar en este tiempo en el que, igual, no hay objetivos tan tangibles como un gran campeonato o unos Juegos. ¿Qué herramientas se pueden trabajar para el cambio de chip?
-La percepción de la realidad que tiene cada deportista es muy importante. Es fundamental que los psicólogos detectemos si se está produciendo algún sesgo cognitivo que va perjudicar al deportista al provocar que tenga una visión de la realidad distorsionada que no le ayude en su tarea de mejorar. Ahora hay mucha incertidumbre sobre lo que va a suceder y cuando se va a poder competir, pero también es cierto que el paso del tiempo y los avances científicos nos permiten ser más optimistas.
Es importante que los deportistas pongan el foco en la parte de la realidad más positiva y que a partir de ella se vayan marcando objetivos. Los objetivos nos ayudan a saber dónde queremos ir, pero en este periodo, la confianza y la ilusión por llegar es lo más importante.
Los objetivos van a ayudar, pero hay que trabajar mucho la confianza y la ilusión por el deporte. Revisar la trayectoria deportiva, ver los avances y logros obtenidos y revivir momentos de satisfacción.