Desactivan un artefacto en la catedral de La Almudena que estaba listo para hacer explosión

Desactivan un artefacto en la catedral de La Almudena que estaba listo para hacer explosión
Entrada principal de la madrileña catedral de La Almudena efe

La Policía desactivó ayer en el interior de la catedral de La Almudena de Madrid un artefacto explosivo que contenía 1.200 gramos de pólvora y un kilo de tornillos listo para explosionar, sin que se registrasen heridos ni daños materiales.

Un portavoz de la Archidiócesis de Madrid señaló que no tiene constancia de que se hayan recibido amenazas en los últimos días.

El artefacto fue encontrado pasada la una de la tarde, una hora después de la celebración de la eucaristía que suele reunir a decenas de personas, según fuentes del Arzobispado.

La bomba contenía 1.200 gramos de pólvora y un kilo
de tornillos

Lo vio el sacerdote Jesús Junquera, que administra el sacramento de la confesión, al salir de uno de los tres confesionarios de la capilla penitencial, la primera a la izquierda desde la puerta principal del templo.

Primero pensó que se trataba de un olvido, pero al cogerla se extrañó de su peso y al abrirla, de su contenido, según relató a la prensa que acudió al templo al conocer el suceso.

Por eso decidió llamar a la Policía y desalojar la catedral, en un momento en el que había “gran cantidad” de personas, pero que no pudo concretar en número.

Los especialistas en desactivación de explosivos (Tedax) comprobaron que se trata de un artefacto “real”, compuesto por 200 gramos de pólvora, un kilo de tornillos, una bombona de cámping gas y un reloj despertador, además de un detonador.

Estaba “preparado para explotar” técnicamente, aunque no se sabe si se había programado para hacerlo en un momento determinado, informaron.

Los Tedax lo desactivaron y, tras mantener la zona acordonada, levantaron el perímetro de seguridad.

En la catedral, el sacerdote Jesús Junquera explicó que vio una bolsa y al principio creyó que se trataba de un olvido, pero al cogerla él y el conserje se extrañaron porque pesaba “mucho”.

Al mirar en su interior sospecharon de su contenido, por lo que decidieron llamar a la Policía, que llegó enseguida. “Si ves algo tirado en la catedral no lo vas a dejar allí”, se justificó el sacerdote para explicar por qué había cogido la bolsa.

 

primera vez

Los agentes que acudieron a la catedral le explicaron que el artefacto “no era de broma”, según el relato del religioso, quien aseguró que se trata de la primera vez que se halla un artefacto explosivo en el interior de la catedral madrileña.

Inicialmente explicó que dentro de La Almudena no hay cámaras, aunque después matizó que las hay, pero “no estaban funcionando”.

La Archidiócesis de Madrid permitió a la prensa y a algunos turistas y curiosos acceder a la catedral durante alrededor de media hora –entre las 16.00 y las 16.30 horas–, tras lo que el templo volvió a cerrar sus puertas.

La Archidiócesis de Madrid explicó que la catedral se cerró al encontrarse el explosivo y que no se sabe cuándo se reabrirá al público.

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