Señorías: busquen y comparen

hace años un acertado eslogan de un detergente hizo furor precisamente por esa frase que hoy se asoma al balcón. Sería bueno que nuestros políticos, antes de pontificar con sus declaraciones buscaran, compararan para elegir lo mejor.
Estos días, de pandemias y crisis, se añade otra polémica en relación con la Justicia. Primero fue el bloqueo y ahora es el remiendo. Y por eso, para encontrar lo mejor, es buscar entre lo que hay: en Estados Unidos la mayoría de los jueces se someten a elecciones populares tanto para ser elegidos como para continuar en el cargo. Los ascensos son decisión del ejecutivo y deben ser refrendados por las cámaras. En cuanto a los fiscales 93 son designados por el Presidente de la nación con el consentimiento del Senado. Los fiscales son los que inician las investigaciones y tienen a su disposición las fuerzas del orden.
En Alemania los llamadas “ministros de justicia de los Busdeslander son los que nombran a los jueces, mientras los altos tribunales son designados por el gobierno y el parlamento que tiene una cuota de 16. En Bolivia desde 2009 jueces y y fiscales se someten al voto popular. Hay más ejemplos pero no quiero cansarlos.
En España la renovación de los altos cargos en su totalidad es de cinco años, siendo responsabilidad de los presidentes del Congreso y Senado el adoptar las medidas para que se cumpla este requisito obligatorio. No hace falta recordarle amable lector,  que al igual que hoy Europa pide explicaciones, ya España fue reprendida por ese retraso.
 Más:  el 90% de los jueces respalda la elección directa de los vocales (Consejo del Poder Judicial) sin participación política. En la última encuesta un 90% de sus señorías se declara independiente. Es curioso cuando el propio colectivo acepta la división entre progresistas y conservadores amen de contar con otros subgrupos alineados según su criterio. Curioso que una de esas asociaciones se titule “jueces para la democracia”, lo que parece dejar fuera al resto, pero seguro que no es así.
Quiero “bajar la persiana” con la reflexión de un gran jurista y  admirado amigo, Ángel Judel, quien en una entrevista (domingo, 4 de junio en El Ideal) me dijo: hay un boceto de Castelao en Cousas da Vida en la que se ve a un hombre con una toga rodeado de libros y se lee “o home que confundía a legalidade coa xustiza” Y añadió:  puestos a escoger está claro en qué  lado debemos estar. 

Señorías: busquen y comparen

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