El Tribunal Superior de Cataluña expulsa a los mossos amorosos

El Tribunal Superior de Cataluña expulsa a los mossos amorosos

los conversos tienen fama de ser tipos peligrosos. Uno piensa en Josep Lluís Trapero, cuyo padre emigró de Valladolid a Santa Coloma, donde se deslomó trabajando de taxista para darle una carrera a su hijo –otra cosa es que la haya aprovechado– y se reafirma en esa teoría. El mayor de la Policía Autonómica de Cataluña, a quien apodan el padre de los mossos amorosos –pues le ha ordenado absoluta complacencia con el independentismo–, genera tanta desconfianza por su descarado partidismo que ha metido al cuerpo en un lío de puñetas. Quienes las tienen en su uniforme de trabajo, es decir, los jueces, no quieren saber nada de ellos y el presidente del Tribunal Superior, Jesús Maía Barrientos, ha decidido retirarles la tarea de seguridad del Palacio de Justicia y encomendársela a la Policía Nacional. Se ha lucido el converso Trapero. FOTO: jesús maría barrientos | aec

El Tribunal Superior de Cataluña expulsa a los mossos amorosos

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