Un grave problema, más allá de la expulsión de embajadores

Más allá de la guerra de embajadores que se ha desatado entre Venezuela y España, de la falta de libertades en el país americano o de la semidictadura que Maduro impone, la realidad es que quienes peor lo están pasando son los ciudadanos que ven como la brutal crisis que vive Venezuela se come sus recursos. Y entre ellos hay más de 43.000 gallegos que residen allí y que tienen que hacer frente, por ejemplo, a una inflación que crecerá este año (al menos esa es la estimación) un 13.000% y con una caída del producto interior bruto del país que rondará el 15%. Para muchos, la única solución será dejar todo lo que construyeron en el país suramericano y regresar a Galicia. Y eso, los que puedan. Por ello, es el momento de que la diplomacia se ponga a trabajar para evitar males mayores.