La alfombra floral del Rosario casi no tiene quien le escriba

La alfombra floral del Rosario casi no tiene quien le escriba

ES de sobra conocido que la concejala de Bienestar Vegetal, María García, biotopo pata negra, sufre un desarreglo del comportamiento que es justo la antítesis del síndrome de Diógenes. A ella no le gusta acumular basura en su casa, sino que le encanta que esté espallada pola Coruña adiante. Lo ocurrido con la alfombra floral en honor de la Virgen del Rosario la destrozó. Dos horas, solo dos horas, permanecieron los pétalos a la puerta de la iglesia de Santo Domingo y aquello quedó refulgente como una patena. ¡Así es imposible dar continuidad a la política municipal! Y por lo que se ve aún no se ha recuperado. Se comprometió –igual que Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiterira, y Cespa, la empresa concesionaria del servicio de limpieza– a enviar a Faro de Monte Alto una carta explicando los pormenores del suceso, pero la misiva no ha llegado y la asociación ya se plantea emprender acciones legales. Como los otros dos escritos sí se recibieron en su destino, no podrá echar la culpa a los funcionarios... de Correos. Pues a ver qué explicación da. FOTO: maría garcía, en plena naturaleza | aec

La alfombra floral del Rosario casi no tiene quien le escriba

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