“Sinergias” de Toya García Senra

La  pintora Toya García Senra  ( Vigo ,1955) ofrece en la galería Moret Art su muestra “Sinergias” que abunda en planteamientos ya abordados en sus anteriores muestras “Soñar despierta” (2013) y “Universo 2” ( 2016), donde hacía coincidir  diferentes realidades. También ahora el cuadro aparece como un espacio vasto y libre, que es posible imaginar continuando más allá de sus bordes; de este modo lo convierte en ámbito propicio para hacer una narración sobre el tiempo en general y sobre el tiempo humano, en particular, a la vez que está abierto  a la confluencia de múltiples visiones, de acontecimientos simultáneos, de existencias y discurrires  que suceden al unísono y que cooperan a este multiforme, variopinto, inabarcable mundo que nos rodea. 
Para sugerir esas sinergias ( palabra que procede del griego “sin”= con y de “ergon”=  trabajo o hecho), utiliza necesariamente un repertorio finito de formas: seres humanos, animales, árboles, casas, flores, elementos del mobiliario urbano, signos, símbolos geométricos, etc; pero a través de ellos busca transmitir la imagen del polimorfo infinito. Compone así su obras como un puzzle de  energías que transcurren, en contrapunto, junto a nosotros; algunas visibles; otras, las más, invisibles, pero no por ello menos activas y sin ellas nuestro día a día sería imposible. 
Algunas se yerguen imponentes como ese frondoso árbol de enorme copa que preside uno de sus cuadros y junto al cual descansan o desfilan imparables grupos de seres humanos que se van yendo hacia las lejanías del horizonte, hasta ser sólo un perdido puntito. Toda la poética de la vida con su eterno y nostálgico pasar está resumida ahí. Abunda en ello un cuadro similar en que las personas son polícromas siluetas  rojas, verdes, azules, anaranjadas, amarillas, negras, grises  que circulan  sobre el espacio vacío configurando una especie de círculo abierto en espiral que se puede leer como símbolo del movimiento perpetuo. 
Una magia evocadora circula por estas pinturas en las que vibra una entrañada y entrañable poesía, a la que da vida el grácil dibujo y el aéreo trazo del pincel que se siente acariciar las formas para que sean leves y no pesen, sensación de levedad  a la que coopera el delicado tratamiento del color en el que predominan los fondos lisos de gris perlino  o a veces dorado, carmín o turquesa  y sobre el que las espaciadas figuras cobran una presencia  ligera, casi volátil. No obstante, en sus obras más recientes de 2018, parece apuntar a recintos cerrados, que recuerdan a salas de espera, donde el más allá se sugiere por medio de una puerta o de una transparente vidriera; son espacios de gris soledad, con un espectador anónimo que se detiene ante unos blancos cuadros colocados en el suelo, cuyas borrosas imágenes dejan adivinar que son de la propia Toya; estamos, pues, ante el tema del cuadro dentro del cuadro que predica, en este caso, del diálogo entre  la soledad del creador y  la soledad del espectador, algo que sólo es posible entre almas afines.

“Sinergias” de Toya García Senra

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