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lunes | 29 abril | 2024
Felipe VI destacó “la gran capacidad de transformación y adaptación” de la universidad y su vocación de servicio en la apertura oficial del curso académico, en el que, según el monarca, debe seguir avanzando para dar respuesta a las necesidades formativas de la sociedad y a las demandas del mercado laboral.
El rey inauguró el curso en la Universidad de Cantabria, que cumple 50 años, en un acto en el que la presidenta de la Conferencia de Rectores, Eva Alcón, reclamó más financiación para hacer frente a los retos, y el ministro de Universidades en funciones, Joan Subirats, expresó el “compromiso firme” del Gobierno con la mejora de esa financiación.
Más de 1,7 millones de estudiantes iniciaron el curso en 91 universidades españolas –50 públicas y 41 privadas–, que ofrecen más de 9.000 titulaciones, en un año académico marcado por la entrada en vigor de un nuevo marco normativo. Como señaló el rey en su discurso, la nueva ley trata de “establecer vías de solución a algunas de las dificultades más sustanciales de las universidades: recursos económicos, humanos y proyección o recuperación e impacto centran los esfuerzos más inmediatos”, dijo.
Felipe VI felicitó a la Universidad de Cantabria por su medio siglo de vida, una felicitación que extendió a las de Málaga y Córdoba, que también cumplen 50 años.
Para el monarca, durante este curso se debe avanzar en dar respuesta a “las necesidades formativas de la sociedad, que evolucionan con rapidez, y a las demandas del mercado laboral, cada vez más especializadas”, entre las que citó el aprendizaje a lo largo de la vida, la ciencia, la transparencia, el refuerzo del papel de las universidades en sus entornos locales o garantizar la educación superior en la España despoblada.
Alcón subrayó que a la universidad “no le asustan los retos”, pero añadió que para eso “urge una financiación acorde a su magnitud”. “Solo con eso podremos proyectarnos socialmente con toda nuestra capacidad transformadora”, manifestó.
“Los hechos ahora no nos permiten ser optimistas”, valoró Alcón, quien señaló que la nueva ley establece una financiación de las universidades públicas hasta el 1% del PIB, un aumento en torno a los 3.100 millones, pero lamentó que es “imprecisa” sobre las responsabilidades entre los gobiernos.
“Será imposible que la universidad española pueda competir con sus homólogas europeas si no se produce una clara mejora de recursos”, advirtió también el rector cántabro, Ángel Pazos.
Subirats defendió la nueva ley con cambios relevantes para una mayor financiación, revirtiendo las dos últimas décadas de desinversión, con un “compromiso común de todas las administraciones” para hacer esto posible. “Por parte de este Gobierno el compromiso de mejora de la financiación es firme”, aseveró.
