Muchos centros aún son reacios a admitir casos de acoso en sus aulas

Muchos centros aún son reacios a admitir casos de acoso en sus aulas
Una madre acompaña a sus dos hijos al colegio en el inicio de curso escolar | Aec

Muchos centros educativos aún se muestran reacios a admitir que hay casos de acoso en sus aulas y aplican las cuatro ‘D’: disimulo –”no hemos visto nada”–; dilación –”ya observaremos”–; descrédito a la familia –”es sobreprotectora”– y desmentido –”no es un caso de acoso”–, subrayó la profesora Carmen Cabestany, que acaba de publicar ‘El bullying es cosa de todos’.


Cabestany, presidenta de la Asociación No al Acoso Escolar y formadora de profesores y otros colectivos en técnicas contra este tipo de maltrato, explicó con motivo del Día Mundial contra el Acoso Escolar, el 2 de mayo, que, pese a que hoy la visibilidad del problema es mucho mayor y la sociedad es más consciente, queda “mucho camino por recorrer”. En su opinión, el acoso es un “fenómeno en ascenso, pero como no hay estadísticas no podemos afirmarlo rotundamente. La falta de datos es uno de los problemas a los que nos enfrentamos”.


El estudio Cisneros, el mayor realizado en España con una muestra de 25.000 escolares de siete a 17 años, determinó que uno de cuatro escolares lo padecía.


Según Cabestany, “el resultado de muerte que a veces se produce se debe a que las diferentes instancias quizá no han hecho su tarea y no se han comunicado ni coordinado entre ellas”.

 

Proceder familiar


El libro refleja que los colegios son reacios a admitir el acoso, tanto públicos como privados, “lo cual no quiere decir que no haya centros que lo hagan bien, pero muchos tienden a ocultar el maltrato. Es preciso reconocer que a veces no lo ven pues hay un gran desconocimiento y falta de formación”. 


Ante una situación de acoso, Cabestany recomienda a las familias aplicar la regla de las tres ‘A’: acoger, apoyar y actuar. Hay que escuchar con atención al menor y recabar la información sin angustiar ni atosigar a preguntas; después hay que decirle que estamos a su lado y que le vamos a ayudar y, por último, actuar: acudir al colegio y exponer los hechos; en primer lugar, al tutor. Si pasa el tiempo y no hay una respuesta clara, hay que acudir a la dirección y si el resultado sigue siendo nulo, “hay que consignarlo todo en un escrito y registrarlo en la secretaria del centro”. 


En caso de daño físico hay que ir al hospital para que emita un parte de lesiones y presentar una denuncia en la Policía. 

Muchos centros aún son reacios a admitir casos de acoso en sus aulas

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