¿Elon Musk quiere ser Iron Man? El cómic se adelanta a la realidad

¿Elon Musk quiere ser Iron Man? El cómic se adelanta a la realidad
Elon Musk

 Desde un teléfono móvil en formato zapatófono al exoesquelto o los drones, el cómic se ha adelantado en muchas ocasiones a la realidad, tanto que a veces permite plantearse si lo que busca Elon Musk no es ser Iron Man, como ha señalado hoy el historietista Isaac Sánchez.


Sánchez ha participado este lunes junto a Jesús Marugán, de Akira Cómics, en la charla “El cómic, un acelerador de la ciencia” que, moderada por la periodista Pilar Martín, ha formado parte del Día de la Agencia EFE en la Feria del Libro, en una edición dedicada a la Ciencia.


Entre las risas de los asistentes, el historietista ha comparado el personaje del multimillonario Tony Stark convertido en el superhéroe Iron Man en el universo Marvel con el de Elon Musk y su obsesión con superar a todos y ser el primero en todos los ámbitos posibles.


Durante el encuentro ha salido muchas veces el nombre de Tony Stark y sus inventos, especialmente ese traje que es su soporte vital y que tiene muchas similitudes con los exoequeletos que ahora permiten caminar a personas que habían perdido la movilidad.


El mundo de Marvel es de los que más innovaciones tecnológicas ha ofrecido a los lectores de cómic. Capitán América pasa de ser un joven débil y delgado a un musculoso superhéroe gracias a un suero; Tony Stark pone sus millones al servicio de los desarrollos tecnológicos más extravagantes -como Musk-, los drones aparecieron en sus historias en los años cincuenta y los trajes de los 4 Fantásticos se estiran o encojen según sean necesario.


Pero no solo los cómics estadounidenses comandados por Stan Lee llenaron las páginas de las historietas de invenciones que podían parecer disparatadas.


Y si no, solo hay que pensar en el zapatófono que usaban Mortadelo y Filemón en sus aventuras como desastrosos agentes secretos, uno de los primeros dispositivos móviles portátiles para hablar con otra persona, como ha recordado Marugán.


O en el sulfato atómico desarrollado por el profesor Bacterio para eliminar las plagas del campo. O en el coche ecológico movido por agua que ideó el mítico TBO en su sección de inventos.


Aunque si hay algo que se adelantó y mucho a una realidad que acabó pareciéndose a los cómics fue la aventura de Tintín en “Objetivo: la Luna” (1950) y “Aterrizaje en la Luna” (1952).


Tintín pisó la Luna nada menos que 17 años que Neil Armstrong y el traje que llevaba era casi un calco de los que llevarían los astronautas reales en aquel primer paseo lunar.


Hergé era “un diseñador de conceptos que siguen funcionando”, como ha resaltado Sánchez, para quien el cómic tiene “una capacidad inmersiva que le hace creíble y tangible”.


Por eso, es más fácil creerse algo que aparece en un cómic frente a los mismos inventos mostrados en una novela o en una película.


Otro ejemplo de ese adelanto del cómic a la vida pertenece al penúltimo libro publicado por Sánchez, “El don”, en el que la sociedad se enfrenta a una pandemia que dota a los infectados de habilidades sobrehumanas.


Publicado en 2020, la historia se le ocurrió un año antes de la pandemia del covid. Desarrolló un mundo en el que todos los habitantes de la tierra tenían que confinarse. Y los que supieron de su idea la tildaron de imposible de creer.

¿Elon Musk quiere ser Iron Man? El cómic se adelanta a la realidad

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