Podemos vivir… ¿en paz?

La respuesta es no. Y no porque no queramos sino porque no nos dejan. Vamos de sobresalto en sobresalto y todo ello sin comerlo ni beberlo, pero, al final, somos las víctimas de todas las desgracias. Va siendo hora de hacerse preguntas, aunque sepamos que no obtendremos respuestas. ¿A quién se le ocurrió montar este lío de Ucrania? Quizá solo a Putin o, quizá, a aquel que se le ocurrió que montar base de la OTAN en Ucrania a las puertas Rusia. ¿Fue acción o reacción lo de Putin? Biden desde EEUU azuzó todo lo que pudo para montar este follón desde, eso sí, a miles de kilómetros de su país. ¿Es Europa el tonto útil de EEUU en este follón? Lo cierto es que el resultado es que los ciudadanos europeos somos rehenes de este conflicto, que nos aflige y nos arruina al mismo tiempo que siembra de cadáveres aquel país invadido. Me cuesta ver las virtudes de esta contienda. ¿Nadie calculó la reacción de Putin y sus consecuencias? La OTAN no está en guerra, ¡no poco!, mandamos dinero y armamento, pero no “participamos” porque Ucrania no pertenece al Tratado. No es cierto, estamos participando activamente, eso sí, de forma cobarde, nosotros mandamos las armas y que se maten ellos, nosotros moriremos más lentamente de hambre, de frío o de ruina, pero con la conciencia “tranquila” porque “no estamos en guerra”. Recuerdo a Putin entre carcajadas hace ya unos meses, antes de estallar el conflicto, preguntándose como nos íbamos a calentar los europeos sin el petróleo y el gas ruso. Parece que tampoco a nadie se le ocurrió leer entre líneas lo que el sátrapa quería decir. A Putin, parece ser, no se le puede vencer y todos tememos su potencial nuclear que, de momento, no utilizó pero que ya usa como amenaza y digo yo, ¿a quién se le ocurre meterse en un conflicto bélico contra aquel al que se sabe invencible? ¿Qué estamos esperando, que apriete el botón? La ciudadanía es víctima de gobernantes irresponsables que actúan sin calcular las consecuencias. Pero, ¿esto tiene alguna solución? Al final, ¿habrá que claudicar ante Putin? El, aparentemente tranquilo, se pasea en desfiles militares con la bandera roja de la hoz y el martillo por las calles de Moscú y nosotros pagamos la luz, la gasolina y el gas a precios escandalosos hasta el punto que la pobreza energética amenaza a todos los hogares europeos sin excepción, sufrimos una inflación desatada y vivimos en una incertidumbre absoluta rodeados de miedos que nos impiden cualquier atisbo de tranquilidad o felicidad. ¿Alguien nos va a decir alguna vez para qué estamos en este lío, como, por qué y hasta cuándo? Ahora Finlandia y Suecia se asoman a la OTAN, ¡menudo momento el elegido! Putin ya anuncia que lo toma como otra amenaza, justo lo que necesitamos. Es de locos. ¿Alguien está calculando hasta dónde puede llegar esta escalada o tampoco? Pero ¿quién está al frente de la gestión de este mundo? Convivimos, además, con el COVID, que no se fue y sigue matando cada día, incluso sin mascarillas, ya sabemos que nos pueden espiar a todos Sánchez incluido. Esto no es vida, ¡es un sinvivir!

Podemos vivir… ¿en paz?

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