Muy verde

Cuando hablamos de estar muy verde, uno se puede referir a muchas cosas, pero en este caso, nos referimos a Pablo Casado, presidente de momento del Partido Popular, quién dispuso por su cuenta y riesgo, la voladura del partido que dirige con el hecho de sacar públicamente y sin base jurídica alguna, un escándalo que puede hacer naufragar al propio partido, al igual que en su momento aconteció UCD, el de Rosa Díaz y últimamente con Ciudadanos.


La falta de visión en determinados asuntos que, por su delicadeza y precisión de temple, su capacidad e inteligencia y tratados como asuntos interno, abriendo diligencias para esclarecer todo lo que rodea a semejante escándalo. No se le ocurrió otra cosa mejor a Pablo Casado, que airearlo públicamente, en una lucha personal con Ayuso, para descalificarla apartarla de su carrera en hacerse con las riendas del partido en perjuicio de Casado.


Sin lugar a dudas al estar muy verde, tomó el camino equivocado, aireando un problema que casi acaba por hacer volar los estamentos del propio partido popular, Cuando era una cuestión interna, que debía afrontar con la máxima precaución y diligencia, en cuanto a solucionar la visión de un problema, visto desde dos ópticas diferentes y opuestas entre sí, siendo Casado, el gran perdedor de la batalla por él mismo iniciada.


También hay que señalar a Ayuso, que pese a su gran carisma y simpatía que la sociedad siente por ella, se equivocó en los modos y formas de hacer frente, no aún problema, que no lo es, más bien una situación de posible apoyo familiar, cuando debería estar fuera de dicho posicionamiento. Se desconoce de momento si el contrato es válido o no, pero el principio de reprocidad institucional, no tiene que ser una servidumbre familiar, por las dudas que representa en el nivel político De modo que Ayuso, tiene todavía que dar muchas explicaciones convincentes, por las dudas que genera esa complicada situación familiar.


Toda la vida política española, de alguna manera, está girando alrededor de personajes allegados de cada uno de los partidos representativos en las instituciones y de vez en cuando, salta algún escándalo que salpica a numerosos políticos, pese a la forma de tapar sistemáticamente los escándalos que salen a la luz.


Sería de agradecer por la ciudadanía, que los políticos, no, solo fuesen honrados, sino que lo pareciesen. Por el bien personal, por el partido que representan y por los ciudadanos que eligen a sus representantes, sino, la credibilidad erosionará los cimientos políticos en general.


Los políticos tienen que madurar en sus intenciones e intereses, velar por el bien común de sus ciudadanos y no preocuparse tanto en enriquecerse a costa de la política. Que son elegidos para solucionar los problemas de sus conciudadanos y no en mantener el asiento en su egoísmo personal, en detrimento del bien común de sus ciudadanos.

Muy verde

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