Hitza Hitz

Hace unos años unos amigos libreros del País Vasco me regalaron una “makila”. Es uno de esos regalos que guardo como oro en paño por lo que significa. La makila es un bastón que se regala a quien quieres distinguir.
 

Y en la empuñadura están grabadas las siguientes palabras: HITZA HITZ. Su significado no es otro que “La palabra es la palabra”. Unas palabras que me hicieron valorar aún más el regalo.
 

Siempre tengo cerca de mi esta makila y, estos días no dejo de pensar en lo que supone Hitza Hitz. Y es que no salgo de mi estupor ante la afirmación de María Guardiola, líder del PP en Extremadura y futura presidenta de esta Comunidad que, según dice no es importante su “palabra”, una palabra dada a los extremeños asegurando que no incorporaría a VOX a su gobierno.
 

De nada vale que, al parecer, desde la dirección del PP, la hayan hecho rectificar. Tampoco que en la reunión que ha mantenido con la dirección y los militantes del PP de Extremadura la hayan aplaudido entusiastas para restar importancia a este cambio de opinión y ella, emocionada, haya dado rienda suelta a las lágrimas.
 

La palabra es la palabra y toda España la escuchó asegurar que pactar con VOX era una línea roja que no pensaba cruzar.
 

No, no sirve de eximente que Pedro Sánchez nos haya acostumbrado a que diga solemnemente una cosa hoy haga la contraria mañana. Precisamente una de las razones de la animadversión que despierta el Presidente es que su palabra tiene las alas muy cortas.
 

Lo desolador es ver que el PP sigue la misma senda de Pedro Sánchez. De ahora en adelante los dirigentes del PP no podrán criticar al Presidente por incumplir su palabra, ni con pactar con cualquiera por aquello de mantenerse en el poder. A la vista está que, por aquello de las circunstancias y de tener mando en plaza, la actual dirección del PP que prometía un cambio y una regeneración de la política, tienen tan claro como Sánchez que el fin justifica incumplir con la palabra dada. Fin que no es otro que gobernar justifica los medios para conseguirlo.
 

Si a la señora Guardiola le queda un atisbo de vergüenza debería hacerse a un lado y hacer honor a su palabra, pero no lo hará porque ya ha dicho que su palabra no es importante. Es evidente que los extremeños no deberían confiar en ella.
 

No diré que alguien debería regalarle una makila grabada con HITZA HITZ, para hacerla reflexionar sencillamente porque no entenderá su significado, y no por que esté en vasco.

Hitza Hitz

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