En Galicia puede haber un vuelco electoral. Quizá solo sea un lento escurrir de escaños hasta que uno solo de ellos sea capaz de romper la mayoría absoluta del PP. Esta afirmación la hago el domingo electoral y se publica ese lunes en el que imagino se estará fraguando ese proceso de decantación que permita a la suma de todas la fuerzas de progreso, incluida Sumar, conseguir restarles a las fuerzas conservadoras un escaño, “aunque solo uno fuera”, que dice la canción de La flaca.
No hay intención peyorativa en la elección del título, solo tratar de poner un ritmo digno a la opinión. Pude repetir, grosero, “quién será la llave matarile, rile, ron, chispón”. La cuestión es que cabe que esa novedad que es Sumar sea la fuerza que lo consiga, haciendo bueno el “aunque solo uno fuera”, y entonces, “y tomar y tomar”. Lo dicho, no hay color.
No tengo excesiva esperanza en ninguno, estoy viejo y descontento con los quehaceres de los políticos y sus modos con los ciudadanos y la política. Tanto, que afirmo que no sé si todo vale en política, pero sí sé que la política vale para todo aquello que tenga que ver con no valer para la política.
De todos modos, nos debemos a la esperanza. Hay gente joven que necesita tenerla, ellos merecen alcanzar a ver bailar a la “flaca” en el pazo de Raxoi, aunque no sea más que para tararear aquello de “en la vida conocí mujer igual a la “flaca” y si es por cosa buena, pues eso, “y bailar y bailar”.