Oleiros y la comisión de fiestas de Santa Cruz se intercambian reproches por los altercados

El punto y final hace una semana a las fiestas de Santa Cruz no ha supuesto en absoluto que deje de hablarse de ellas. Y no para bien, precisamente. La entidad encargada de organizarlas y el Gobierno local de Oleiros se intercambian reproches y responsabilizan a la otra parte de los altercados que se registraron durante los festejos. La primera en pronunciarse fue la comisión de fiestas que, a través de un comunicado, denunció la falta de supervisión municipal y la escasez de vigilancia policial.

“Se puso en peligro la seguridad de las personas asistentes al evento y de todos los vecinos de Santa Cruz por decisiones que entendemos negligentes por parte del Gobierno local”, indican desde la entidad, al tiempo que afirman que la Policía Local se encontró totalmente desbordada por contar “con un número ridículo de efectivos”.

Sin embargo, muestran su agradecimiento a los agentes ya que, a su juicio, consideran que fueron víctimas de una gestión ‘negligente’ por parte de las autoridades municipales.

Por su parte, el alcalde oleirense, Ángel García Seoane, niega la mayor e indica que el comunicado de la comisión de festejos no se ajusta a la realidad. Dice que durante las fiestas hubo 16 efectivos municipales: siete agentes de policía y nueve integrantes del Servicio Municipal de Emerxencias. Asimismo, recuerda que la Guardia Civil participó con tres patrullas.

“La Policía Local no es un cuerpo antidisturbios, ni tampoco tiene capacidad ni medios para controlar a grupos organizados que provocan alteraciones del orden público (...) En el comunicado se le atribuye toda la responsabilidad de los problemas en las fiestas al Ayuntamiento, sin ningún tipo de alusión a la Guardia Civil o a la delegación del Gobierno que es la que tiene competencias en desórdenes públicos de estas magnitudes”, añade el regidor, que para próximas ediciones indica que no permitirá la celebración de eventos como el denominado ‘Xacobebo’.

“Ante el clamor de los vecinos y para defender la salud pública de nuestra juventud, el Ayuntamiento no permitirá que se vuelva a celebrar esta actividad”, concluye Seoane.