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viernes | 19 abril | 2024
El disgusto del propietario de la vivienda del núcleo de Bastiagueiro que está siendo okupada ya tiene fecha para ser aplacado: el día 6 de octubre.
El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, anunció hoy que a lo largo de esa jornada se procederá al desalojo de los que, en su momento, calificó de “vividores”, después de que el juzgado competente autorizase la actuación.
Actuación que, según el propio regidor, contará con todo el apoyo que sea preciso del Ayuntamiento oleirense para que se lleve a término. Cabe recordar que fue García Seoane la persona que denunciaba que una casa, situada en las inmediaciones de la playa de Bastiagueiro, en la avenida Che Guevara, había sido allanada por un grupo de personas que ya habían hecho lo mismo en otra vivienda en Perillo en el año 2020, en concreto en la avenida de As Mariñas.
“Esta misma gente ya ocupó otra casa en Perillo. Meten gente dentro y se valen de la presencia de niños y menores para que no se les pueda echar. En aquella ocasión llegaron a pedir 3.000 euros para marcharse”, aseguraba el regidor, que al día siguiente denunciaba que al propietario de la vivienda okupada actualmente se le exigió igual cantidad de dinero para abandonarla.
El malestar del alcalde era tal que incluso estableció un plazo máximo para que los okupas dejasen la casa. “No se pueden permitir este tipo de actuaciones por lo que el Ayuntamiento prestará toda su ayuda para que en cinco días la casa esté desalojada”.
No obstante, las previsiones fueron muy optimistas. El juzgado competente, como era bastante presumible, no actuó con tanta celeridad como reclamaba el regidor y los okupas llevan casi un mes residiendo en domicilio ajeno.
Cabe recordar que a las personas a las que se responsabiliza de esta okupación fueron desalojados también de una vivienda de A Coruña, en agosto de 2020, pocos días después de abandonar la casa en la que se habían establecido en Oleiros.
En aquella ocasión tenían previsto entrar en un inmueble situado en las inmediaciones del puente de A Pasaxe. Fueron los propios propietarios los que dieron la voz de alarma a la Policía Local coruñesa.
Denunciaron a los agentes que los presuntos okupas habían causado daños materiales en la casa y que los amenazaron con hacerse con la propiedad alegando que tenían menores a su cargo.
