May afronta el congreso del Partido Conservador que marcará el futuro del Brexit

May afronta el congreso del Partido Conservador que marcará el futuro del Brexit
La primera ministra británica, Theresa May,, junto a su marido Phillip en Birmingham | NEIL HALL (efe)

La disputa entre facciones enfrentadas del Partido Conservador que se espera en el congreso anual de la formación a partir de hoy marcará el rumbo que seguirá el Gobierno de la primera ministra británica, la “tory” Theresa May, en las negociaciones del Brexit.
La mandataria conservadora intentará convencer a los suyos de que el camino a seguir es mantenerse firmes con su propuesta para crear un área de libre intercambio de mercancías a ambos lados del canal de la Mancha, a pesar de que Bruselas descartó ya los aspectos clave de su plan.
A pocas semanas para que se cumpla el plazo marcado para cerrar un trato, ese rechazo dio nuevas fuerzas al bando más euroescéptico de los “tories”, que piden a May que rebaje sus expectativas y proponga a la Unión Europea (UE) un acuerdo de libre comercio más básico, al estilo del de Canadá.
De la capacidad de la primera ministra para persuadir a su partido no solo depende su posición negociadora ante la UE, sino su capacidad para aprobar en el Parlamento el eventual pacto que logre firmar, que descarrilaría si suficientes conservadores rebeldes deciden votar en su contra.
En el congreso de Birmingham (Inglaterra) que se inaugura oficialmente hoy, los exministros Boris Johnson y David Davis, que dimitieron en julio por su desacuerdo con May, abanderarán previsiblemente la corriente rebelde, junto con el influyente diputado Jacob Rees-Mogg. La jefa de Gobierno espera contar con el respaldo, más o menos explícito, de la mayoría de sus ministros, que ofrecerán discursos en el escenario principal del congreso.
Los conservadores más críticos, que ya abandonaron el gabinete o bien nunca estuvieron en él, lanzarán su artillería desde los eventos paralelos organizados durante la semana y en sus entrevistas con los medios de comunicación. Algunos analistas creen que los enemigos internos de May deberán modular sus ataques para no derrumbar a su líder, ante la falta de candidatos para ponerse al frente de las negociaciones con Bruselas en su momento más complejo.
“No creo que vayamos a ver una guerra abierta, en el sentido de que probablemente no la atacarán a ella”, argumentó el experto en política internacional Richard Toye. l

May afronta el congreso del Partido Conservador que marcará el futuro del Brexit

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