La relación entre Spotify y Apple ha estado marcada por la competencia y la controversia, especialmente en lo que respecta a las políticas de la App Store de Apple. Spotify ha acusado a Apple de prácticas anticompetitivas que favorecen a su propio servicio, Apple Music.
El meollo de la disputa reside en el control que Apple ejerce sobre su ecosistema, particularmente a través de la App Store. Para Spotify y otros desarrolladores de aplicaciones, la comisión del 30 por ciento sobre las compras dentro de la aplicación representa un lastre financiero considerable. Esta comisión reduce significativamente sus márgenes de beneficio, especialmente cuando compiten directamente con servicios propios de Apple, como Apple Music, que no están sujetos a esta misma tasa.
Spotify ha argumentado consistentemente que esta política crea una competencia desleal. Al tener que repercutir la comisión en sus precios o absorberla, se encuentran en una posición desfavorable para atraer y retener suscriptores en comparación con Apple Music. Para los usuarios, esto puede significar precios más altos o menos opciones de suscripción dentro de la aplicación de Spotify en dispositivos Apple.
La Comisión Europea ha estado investigando las prácticas de Apple a raíz de una denuncia presentada por Spotify. En marzo de 2024, la Comisión Europea sancionó a Apple por abusar de su posición dominante en el mercado de distribución de apps de música en iPhones y iPads, imponiendo una multa de 1.840 millones de euros.
La Comisión determinó que las restricciones impuestas por Apple a los desarrolladores de aplicaciones de música eran anticompetitivas y perjudicaban a los consumidores al limitar sus opciones. Esta sanción sienta un precedente importante en la regulación de las prácticas de las grandes plataformas tecnológicas.
Más recientemente, en abril de 2025, un juzgado admitió a trámite una demanda de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) contra Apple por restringir plataformas como Spotify.
A pesar de las tensiones, Spotify ha logrado algunas victorias en esta batalla. Por ejemplo, según ha anunciado la compañía en su página web, ahora puede mostrar información detallada de sus precios en la app de iOS.
El pasado 30 de abril, un tribunal federal estadounidense ordenó a Apple que cesara su comportamiento ilegal y relajara su férreo control sobre la App Store, tras determinar que la compañía había infringido deliberadamente una orden judicial de 2021.
Esto significa que Apple ahora tendrá que dejar de restringir la capacidad de los desarrolladores para comunicarse gratuitamente con sus clientes. Si bien otros gobiernos de todo el mundo han tomado medidas contra las prácticas perjudiciales de Apple, esta es, con diferencia, la medida más importante hasta la fecha.
Sin embargo, Spotify aún no puede incluir enlaces externos que redirijan a los usuarios a la web de la compañía para evitar las comisiones de Apple.
La capacidad de Spotify para mostrar sus precios dentro de la aplicación de iOS es un avance significativo. Anteriormente, Apple prohibía a las aplicaciones informar a los usuarios sobre opciones de suscripción más económicas disponibles fuera de la App Store. Este cambio permite a Spotify ser más transparente con sus usuarios y comunicarles el valor de suscribirse directamente.
La batalla entre Spotify y Apple es un microcosmos de un debate más amplio sobre el poder de las grandes plataformas tecnológicas y la necesidad de una regulación que fomente la competencia y proteja los derechos de los consumidores.
Es posible que veamos una evolución en las políticas de la App Store de Apple, impulsada por la presión regulatoria y las demandas de los desarrolladores. La apertura a sistemas de pago alternativos o la reducción de las comisiones podrían ser escenarios futuros. Sin embargo, Apple ha defendido enérgicamente su modelo actual, argumentando que garantiza la seguridad y la calidad de la experiencia del usuario.
En última instancia, el resultado de esta disputa no solo afectará a Spotify y Apple, sino a todo el ecosistema de aplicaciones y servicios digitales, marcando un precedente sobre cómo las grandes plataformas tecnológicas pueden operar y competir en el futuro.