La comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acordó imponer a la magistrada de Lugo Pilar de Lara, instructora de varias causas de corrupción, una sanción de 7 meses y un día, que implica la pérdida de destino.
Pilar de Lara es la instructora de algunas macrooperaciones que fueron muy mediáticas en su día, como la operación “Carioca”, la “Pokemon” o el caso “Garañón”, entre otras.
La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo fue sancionada por una falta muy grave de desatención en el ejercicio de las competencias judiciales, prevista en el artículo 417.9 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. La decisión implica la pérdida de destino, al ser superior a los seis meses.
Será ejecutiva una vez agotada la vía administrativa, dado que la magistrada tiene un mes de plazo para recurrir en alzada al Pleno del CGPJ y, en el caso de que ese órgano la confirmara, cabría interponer recurso contencioso-administrativo ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo. El Poder Judicial ha investigado y sancionado a De Lara por “desatención o retrasos injustificados en la instrucción” y por tomar decisiones que, con “manifiesto abuso procesal”, causaban ficticios incrementos del volumen de trabajo.
Aunque la magistrada culpó a los funcionarios del juzgado, el órgano de gobierno de los jueces ha concluido con una sanción el expediente que inició el año pasado tras una inspección extraordinaria del juzgado.
El abogado de Pilar de Lara, Agustín Azparren, explicó que la comunicación, por ahora, ha sido únicamente verbal y que, a la espera de contar con la resolución, recurrirán la sanción en los mismos términos que han defendido hasta ahora: “No hay retraso injustificado ni desatención”.