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miércoles | 24 abril | 2024
La imagen de Felipe VI con guantes y mascarilla en el improvisado hospital que acoge el recinto ferial de Ifema de Madrid para atender a los afectados por el coronavirus, tendrá un lugar destacado sin duda en el álbum de su reinado.
Fue su primera actividad fuera del Palacio de la Zarzuela desde que el Gobierno decretó el estado de alarma y la segunda ocasión en la que se le pudo escuchar referirse a la lucha contra el virus.
Si en su mensaje a la nación del 18 de marzo pidió unidad para hacer frente a la pandemia y aseguró que el virus no vencerá a España, sino que, por el contrario, la fortalecerá, en su visita del jueves al hospital de emergencia calificó este centro de una fuente de esperanza para la moral del país al ser un símbolo de lo que se consigue trabajando todos juntos.
Pero si las circunstancias hacen que sean contados ese tipo de actos públicos que los reyes pueden protagonizar, en los últimos días se han volcado en contactar con representantes de diversas instituciones, de los agentes sociales, de unidades sanitarias y de organizaciones de todo tipo.
Una amplia agenda para conocer de forma directa sus problemas, cómo está afectándoles la crisis y trasladarles su apoyo ante esta situación. Así, el rey mantuvo reuniones por separado con miembros del Comité Técnico de Gestión del Coronavirus como los ministros de Sanidad, Defensa, Interior y Transporte.
Sin embargo, y para reducir el contacto personal, el teletrabajo ha llegado también a Zarzuela y don Felipe y doña Letizia, además del teléfono, se han servido de videoconferencias para muchas de sus conversaciones.
Las puertas del despacho del monarca se han abierto a los ojos de los informadores y de las redes sociales a través de las imágenes difundidas por la Casa Real.
Se les ha podido ver sentados allí ante una mesa ovalada, frente a una pantalla a través de la que han ido intercambiando impresiones con sus interlocutores y pertrechados de folios y bolígrafos para ir tomando notas de sus conversaciones.
