El Gobierno mantiene su intención de celebrar a finales de julio el debate de totalidad del proyecto de ley para reducir la jornada laboral hasta 37,5 horas semanales, lo que será la primera votación en la Cámara, y todo ello pese a que el PP, Vox y Junts, los tres partidos que piden devolver el texto, suman mayoría absoluta.
La reducción de la jornada es el proyecto estrella de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para esta legislatura. La que también es líder de Sumar sabía de las dificultades que tendría para aprobar este proyecto ante la oposición de la patronal y la difícil aritmética parlamentaria actual.
En lo que respecta a la fase del diálogo social, Yolanda Díaz decidió seguir adelante con el proyecto sólo con el aval de los sindicatos y sin el apoyo de la patronal, lo que provocó que el PP se pasara de manera automática al voto en contra.
Aunque el proyecto se tramitó por la vía de urgencia, hubo varias prórrogas, pero esta misma semana se puso fin a las ampliaciones y PP, Vox y Junts registraron sendas enmiendas de totalidad que piden lo mismo, devolver el texto al Gobierno, por lo que se votarán a la vez.
El paréntesis estival podría llevar esta primera votación a septiembre, cuando se retoma el periodo ordinario de sesiones, pero según fuentes del Ejecutivo la intención es que ese debate se produzca en julio en el segundo Pleno extraordinario del mes.
A un mes de esa trascendental votación, el escenario se antoja complicado para el Gobierno, pues los grupos que presentan enmiendas de totalidad suman mayoría absoluta, a lo que se une el deterioro del clima político provocado por los presuntos casos de corrupción que implican a los exdirigentes socialistas José Luis Ábalos y Santos Cerdán, hasta el punto de que algunos socios ya dudan de la continuidad de la legislatura.
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha subrayado este jueves el compromiso del Ejecutivo de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales y ha añadido que, si no se logra a la primera, será "a la segunda o, si no, a la tercera".
Tras la intervención de Montero, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha respondido a la vicepresidenta en el mismo acto que la reducción tiene que ser "a la primera".