El Depor rozó el ridículo en Anoeta. La Real le metió una mano (cinco goles) que acerca el adiós, el del equipo a Primera División, porque mucho tiene que cambiar el equipo para salvarse, y el de Cristóbal Parralo, que queda muy tocado el día después de que Tino Fernández le ratificara con eso de que pasara lo que pasara en Anoeta seguiría en el banquillo. Lo que pasó es lo peor que podía pasar. Por delante, diez días antes de la siguiente cita. Es difícil encontrar motivos para pensar que esto es reversible.
Cristóbal quería ver en Anoeta un equipo serio, sólido, comprometido, junto. Pero de la intención (el dicho) al hecho hay un trecho. La teoría no se aplicó en la práctica. Eneko Bóveda, titular en el lateral derecho en detrimento de Juanfran, no cosió el lateral y tuvo protagonismo en tres goles. Krohn-Dehli, en el centro del campo en sustitución del sancionado Borges, está verde. El equipo fue un mar de dudas en el campo de la Real Sociedad, donde la lluvia dejó tocado el verde.
Los rivales conocen los puntos débiles del Deportivo. No hace falta demasiado scouting para saber cómo hacerle daño: las bandas y los disparos desde la frontal. Sin Juanfran, la Real buscó la espalda de Luisinho con uno de los jugadores que más profundidad aporta en LaLiga, Odriozola y, como el Levante, no tardó en aplicársela a los deportivistas con disparos desde fuera del área. A los tres minutos, los de Eusebio amenazaron al Depor con un lanzamiento de Oyarzabal con la izquierda que se marchó desviado.
Los nervios atenazaron a la zaga. Por ejemplo, en una falta que ejecutó Illarramendi, no despejó Bóveda y Schär despejó a córner para regalarle otra acción a balón parado a los vascos. Entre los deportivistas se notaba la tensión. Se miraban unos a otros para intentar encontrar la explicación a los fallos. Pero ni así encontraron solución. Segundos después, Carles Gil volvió a fallar un despeje fácil.
Si la alineación del Deportivo iba encaminada a tener el balón y atacar a la Real con Fede Cartabia, Adrián, Lucas, el propio Gil y Krohn-Dehli (demasiado fallón), lo cierto es que no logró trasladar la propuesta al césped. El esférico fue de la Real Sociedad, que rozó el 70 por ciento de la posesión en la primera parte.
El primer error grave en la retaguardia blanquiazul llegó antes del primer cuarto de hora en un pase en largo de Elustondo que bajó Juanmi con la ayuda del brazo cuando ya se había zafado de Albentosa, capitán en Anoeta. Undiano Mallenco acertó al cortar esa jugada que acabó con el balón en el fondo de la red de Rubén Martínez.
Fue uno de los pocos aciertos del colegiado navarro, demasiado casero. Como en una falta que sancionó de Lucas a Rulli en el área que si fuera al revés en la vida acabaría en penalti. Eso sí, en la acción previa, el ‘7’ del Depor estaba en fuera de juego y el asistente no lo castigó.
Solo Fede Cartabia, en su partido cien en Primera y después de mes y medio de baja por una pubalgia, aclaró las ideas del equipo herculino en el campo de la Real Sociedad. Entre el argentino y Lucas fabricaron dos saques de esquina casi seguidos a la media hora. Poco más hizo el Depor antes del descanso. Muy pobre.
En un partido plano, soporífero, tedioso, el equipo se llevó el bofetón a los 32 minutos en el primer disparo entre los tres palos. Eneko Bóveda rompió el fuera de juego en un pase a Juanmi, el malagueño aguantó el balón, la defensa del Deportivo hizo agua, Rubén, que probablemente no podría haber hecho nada, se fue al suelo demasiado pronto y Willian José recibió solo, le dio mal al balón y, aún así, marcó.
El Deportivo no mejoró antes del descanso y tampoco en el inicio del segundo periodo. Cristóbal sentó a Gil para buscar la lucidez en el redimido Çolak. Mientras, el Depor volvía a airear sus problemas atrás. De la Bella ridiculizó a la zaga blanquiazul desde la línea de tres cuartos y Xabi Prieto remató al poste.
Si había alguna opción de levantarse, desapareció a falta de algo menos de media hora con el enésimo fallo de Rubén Esta vez se tragó una falta que ejecutó Illarramendi a 32 metros de la portería. Lo peor es que del suplente ni se sabe.
El Deportivo intentó levantarse con un remate de Lucas a pase de Krohn que sacó Rulli y con una subida de Schär que no logró finalizar.
Y ahí murió. El equipo siguió fallando en defensa, vagando como alma en pena. Sergio Canales marcó el tercero a pase de Willian José; Elustondo hizo el cuarto en un saque de esquina con la zaga especialmente desafortunada; e Illarramendi cerró la cuenta tras una mala entrega de Bóveda y la reacción tardía de Albentosa. El Depor se dejó ir en Anoeta y se ha dejado ir en LaLiga.