Una mejoría blanquiazul a medio gas y que no llega

Una mejoría blanquiazul  a medio gas y que no llega
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La situación en el Deportivo es tan tremenda que a día de hoy el nivel de conformismo y alegría empieza por dejar la portería a cero. Un pequeño paso adelante para los blanquiazules ante el Alcorcón, pero no así en la clasificación, de la que siguen siendo colistas y a cinco ya de la salvación.

Una mejoría vista contra los alfareros, que tiene que mantenerse y traducirse en goles, pero que no sirvió para ganar.

 

1 Lo mejor: Portería a cero

El equipo más goleado de Segunda (29 tantos) no puede aspirar a ganar si siempre recibe dianas y ante el Alcorcón los blanquiazules dejaron su portería a cero. Un hecho que no ocurría desde el pasado 6 de octubre, cuando firmaron tablas sin goles ante el Almería, en el que sería el último partido de Juan Antonio Anquela al frente de la entidad coruñesa.

Dani Giménez apenas tuvo trabajo, al margen de la mejoría defensa, porque tampoco apretó demasiado el conjunto alfarero.

 

2 Nuevo sistema y líneas más juntas

Hablaba Luis César de la delgada línea que separaba el ser tenaz o terco a la hora de seguir una línea u optar por un cambio. Tuvieron que pasar seis jornadas para que el técnico arousano variase de esquema y probase con un 4-3-3.

El equipo, que hacía aguas por el centro del campo, mejoró al juntar más las líneas, evitando pérdidas en zonas comprometidas, pero cedió, en cierta medida, proyección en ataque.

 

3 Más intensidad y segundas jugadas

Hay que poner en contexto de dónde venimos, pero es innegable que los jugadores dieron otra imagen y se vio más intensidad en el verde, con respecto a pasadas contiendas.

Para más argumentos, un dato objetivo: al cuarto de hora los coruñeses llevaban ya dos amarillas, una de Luis Ruiz y otra de Vicente Gómez. Los jugadores se empleaban en recuperar el balón cada vez que lo perdían, en aprovecharse de las segundas jugadas y en ganar los duelos individuales, algo que se logró más que en otros partidos.

Una energía que fue creciendo con el paso de los minutos, disipados los nervios iniciales y los temores por cometer un error y encajar, algo habitual, cuando aún no se había cumplido el cuarto de hora.

 

4 La hinchada aplaude la imagen mostrada

El mejor termómetro de que el Deportivo jugó mejor fue el final del partido, cuando reunidos en el círculo central los jugadores fueron despedidos entre aplausos.

Ya habían sido arropados, como siempre, durante todo el encuentro, pero esta vez a la conclusión el respetable entendió que el equipo había merecido más. De nuevo fue la directiva y el director deportivo Camelo del Pozo los increpados por la afición herculina.

 

5 Lo peor: Pólvora mojada

La delantera sigue sin carburar. Nuevo partido en blanco de Samuele Longo, oportunidades desperdiciadas de Koné y sin ocasiones para Christian Santos ni Beto da Silva, que estuvo menos de diez minutos sobre el verde.

Además, los deportivistas que remataron 11 veces a puerta, dispararon únicamente dos entre los palos, la primera vez en el minuto 84, tras una falta botada por Aketxe.

 

6 La distancia con la salvación crece

Una semana más el Deportivo  seguirá como colista de la Segunda al sumar solo un punto, con el añadido de que ya está a cinco la salvación que marca el Racing de Santander, que ganó sin contemplaciones al Extremadura (3-0).

Cada vez queda menos tiempo, como reconocía Luis César, y los puntos perdidos ya no regresan. Los herculinos están obligados a hacer casi una gesta para conseguir salir del descenso y salvar la categoría.

El arousano se mostraba esperanzado a la conclusión pero la luz se empezará a ver cuando se sume de tres.

Una mejoría blanquiazul a medio gas y que no llega

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