El Leyma Coruña, a playoffs con su victoria 250 en Oro

El Leyma Basquet Coruña selló con brillantez (99-62) su pasaporte para los playoffs, cimentado en una sensacional primera mitad. Un partido digno de la victoria número 250 del club naranja en la segunda categoría nacional (entre la vieja Liga LEB y la actual LEB Oro).
 

El arranque perezoso, trabado, de ambos, no dejó entrever lo que llegaría unos minutos después. El Castelló cometió  tres faltas ofensivas en sus cinco primeras posesiones. Y el Leyma le acompañó perdiendo balones. Así, en cinco minutos el marcador registraba un triste 6-6.
 

Dos triples seguidos de Barrueta prendieron la mecha. Un mate a la contra del alero se coló entre otra serie impecable desde el arco, 3 de 3, a la que los visitantes opusieron sólo un triple de Dijsktra. Fue el primer hachazo de los locales, que en todo el primer cuarto (25-15) no concederían un solo rebote en su aro.
 

El segundo acto lo abrió Jakovics con un 3+1, acompañado por otros dos triples suyos y uno de Aleix Font para disparar la ventaja a la doble decena (42-21). El bombardeo no cesó ahí. Javi Vega enroscó, cuando tan sólo se había consumido periodo y medio, la décima bomba de larga distancia. En sólo 14 intentos.
 

El Castelló no encontraba soluciones ni atrás ni adelante. El descanso era la única que podía salvarle de un castigo mayor. A él  se llegó con 23 puntos de diferencia, después de que Dijkstra y Pedro López descontaran cuatro a una máxima de 27.
 

El paso por vestuarios no varió un ápice los biorritmos de unos y otros. Los naranjas siguieron haciendo pupita desde el arco, con 3 aciertos en sus 3 primeros lanzamientos, y los verdes siguieron perdidos en el espacio. 
 

Así, el +30 no tardó en caer (62-32). Tampoco el +35 (71-36). Ni el +40. Con un triple, claro (78-38). De Barrueta, que un minuto más tarde establecíauna nueva máxima (81-40) con su quinto bombazo de los 6.75 metros, este con el defensor literalmente encima y cayéndose hacia atrás. Uno de esos días que, como cantaba un viejo anuncio de Fanta, la vida es de color naranja.
 

Con 86-45 al final del tercer acto tres temas quedaban por zanjar. La cifra de triples del conjunto herculino, que sed quedó en ‘sólo’ en 16. La renta máxima, que se quedó en 43 (93-47). Y el de anotación, establecido esta misma temporada con 109 contra el Estela Cantabria, el rival de la próxima semana. No llegó porque, con nada en juego, los adornos y las temeridades primeron sobre el baloncesto. Tampoco era cuestión de hacer más sangre.