El Depor sigue soñando

El Depor sigue soñando
Sabin Merino, con un gran gol, fue el jugador decisivo en la victoria de ayer y demostró una vez más que su fichaje ha sido todo un acierto | javier alborés

El Deportivo, con su afición llevándolo en volandas, derrotó al líder de Segunda merced a un gran planteamiento, a un gran esfuerzo y a una fe inquebrantable en que sí se puede conseguir el objetivo. Fue una tarde redonda en Riazor.

Vázquez había preparado el encuentro para jugar ‘de cinco’ y dejando, por momentos, proponer juego al Cádiz, algo que también le cuesta al líder aunque su efectividad a la contra es incuestionable. La modificación con respecto al partido contra el Racing fue la alineación de Mollejo en lugar de Koné, baja tras llegar a Riazor con fiebre.

El Depor comenzó el choque midiéndose con el rival, ambos con respeto, sin importar la distancia en la clasificación y, por ende, sin descuidar la zaga en las salidas al ataque.

Al cuarto de hora el Profesor tuvo que hacer el primer cambio. Retiró a Salva Ruiz por lesión dando entrada a Luis Ruiz sin variar para nada el esquema de juego. Un contratiempo para empezar. Hasta entonces el equipo blanquiazul había llegado en dos ocasiones con un peligro que se desvanecía en los últimos metros y el Cádiz respondido con un remate complicado de Lozano que se marchaba fuera.

Superado el cuarto de hora el planteamiento de ambos seguía siendo el mismo. En el 21’ el VAR revisaba un acción de posibles manos en el área cadista pero no apreciaba infracción alguna. En el 26 Aketxe ensayaba de lejos en una saque de falta envenenado pero la pelota se iba por fuera. El choque no tenía más ocasiones que esas. Puntuales y poco francas.

Marcado por ese respeto mutuo, la siguiente oportunidad para mostrar argumentos ofensivos le correspondió a Aketxe, quien desde larga distancia mandó la pelota altísima, algo impropio del vasco, tras golpear el esférico de manera errónea.

En la continuación, un ‘rebumbio’ peligroso en área cadista era despejado por la férrea zaga amarilla, que emulaba a la no menos fuerte blanquiazul. El marcador no se movía y con el empate sin tantos se llegaba al descanso en un precioso, por afición, ambiente y soleada tarde, Riazor.

Parecido guión

Los entrenadores también estaban bastante cómodos con el partido que sus onces estaban disputando y, sin cambios de jugadores, que no de posiciones, comenzó la segunda parte, en la que el Cádiz intentó buscar la fórmula para llegar con más claridad a la zaga deportivista y ubicó a dos hombres contra los tres centrales blanquiazules.

Vázquez miró al banquillo porque vio la opción de atacar de otra manera ante la modificación andaluza y dirigió sus ojos a Beauvue. No obstante esperó un poco para hacer las primeras modificaciones.

3 DE TRES
El técnico herculino lleva un pleno de victorias en la segunda vuelta, desde que se hizo cargo del equipo

Los equipos volvieron a medirse, a tantearse entre una entre una tremenda igualdad, a no perder la cabeza, a evitar el error por encima de cualquier otra propuesta, eso sí, aguardando –si es que llegaba– una posible oportunidad.

A los 57 minutos Aketxe entró por el lateral del área y disparó flojo, con toda la ventaja para el arquero del Cádiz. Riazor se animaba y hacía lo propio con sus jugadores, gritando desde las pobladas gradas coruñesas.

La clave de Fernando, esperar al rival para cazarlo en una contra, podría llegar o no llegar. Los dos equipos querían conservar el punto por encima de todas las cosas, pero el choque parecía animarse por momentos, como con una acción de Mollejo, a la hora de partido, en la que la que Cala le quitaba el balón limpiamente dentro del área amarilla.

La constancia y la paciencia tuvieron recompensa en el 65, cuando Gaku filtró un pase en la frontal del área para que Sabin Merino batiese de manera clara a Cifuentes. El Profesor Vázquez no se cortó ni un pelo, y se fue corriendo su banda hasta abrazarse con el equipo. Vio una amarilla por la acción, que en Riazor no es que se le perdone, sino que se celebraba como una fiesta.

Lo más difícil estaba hecho, perforar la meta del hermético Cádiz, y ahora tocaba defender la ventaja con uñas y dientes. Con un claro 1-5-4-1 esperó el Depor para que los minutos fuesen cayendo mientras el Cádiz agotaba sus cambios a la media hora de la segunda parte.

El entrenador blanquiazul pensaba en Beauvue para la segunda parte, pero la lesión de Peru a cinco minutos del final provocaba que fuera Álex Bergantiños el que ingresase en el terreno de juego para fortalecer el medio del campo en el último ‘arreón’ visitante.

Con estos argumentos se encaró el final del choque. Sabin Merino en punta esperando una opción y estorbando en lo que pudiese al Cádiz en la salida del balón y nueve gladiadores y un portero para defender el resultado con uñas y dientes mientras los cadistas se lanzaban claramente a por el ataque dominando el encuentro. Y aguantó el plantel, como un jabato, como un equipo, como una piña. Como lo que es el Depor, que ha vuelto por fin.

DEPORTIVO CÁDIZ
RIAZOR 24.345 espectadores

DANI GIMÉNEZ [1]
BÓVEDA [24]
MUJAID [29]
MONTERO [3]
M. SOMMA [15]
SALVA RUIZ [21]
NOLASKOAIN [6]
GAKU [22]
AKETXE [10]
S. MERINO [16]
MOLLEJO [11]

CIFUENTES [1]
CARCELÉN [20]
CALA [16]
RHYNER [19]
ESPINO [22]
GARRIDO [5]
EDU RAMOS [17]
PEREA [10]
ÁLEX FDEZ. [8]
NANO MESA [23]
LOZANDO [9]

SUSTITUCIONES

LUIS RUIZ [14]
SALVA RUIZ (15’)
VICENTE [8]
MOLLEJO (80’)
ÁLEX [4]
PERU (85’)

POMBO [11]
LOZANO (64’)
ALEJO. [14]
GARRIDO (68’)
BODIGER [12]
RAMOS (74’)

GOLES

1-0: Sabin Merino (65’)

ÁRBITRO / TARJETAS

Gorostegui Fernández-Ortega (Comité Vasco).

DEPOR (2): PERU (54’) SABIN MERINO (85’)
CÁDIZ (2): GARRIDO (42’) PEREA (49’) IZA (80’)

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