El Depor baja de la nube

El Depor baja de la nube
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Lo advirtió Natxo González en la previa y, aun así, el Deportivo fue de sobrado contra el Numancia y terminó pagándolo.

“El objetivo ahora es seguir compitiendo y no entrar en ese estado de confort, porque cuando las cosas van bien, tiendes a relajarte”, avisó el técnico, pero, por lo visto ayer en Riazor, parece que sus jugadores no captaron el mensaje.

La soberbia le jugó una mala pasada al conjunto coruñés que, sin hacer demasiado, se vio con un 2-0 a favor en el primer tiempo y se sintió tan inmensamente superior a su adversario, que desde la media hora del partido jugó con el freno de mano echado. El Numancia nunca bajó los brazos, aprovechó que el rival le regaló la pelota y consiguió igualar el enfrentamiento, lo que provoca que la escuadra blanquiazul abandone los puestos de ascenso directo solo dos jornadas después de tocar el cielo.

Fue un Depor de dos caras. Por un lado, la de un equipo tan talentoso que disfruta y regala a la grada detalles de auténtico lujo, como los dos regates que se sacó Edu Expósito de la chistera. El catalán está creciendo a un ritmo vertiginoso esta temporada, confirmando las palabras de Vicente Gómez de que “el equipo tiene que jugar a lo que él quiera”.

Pero ese fútbol de salón, de jugadones de muchos quitales de Edu, Vicente y Carles Gil se diluyó con los minutos y desembocó en un conjunto tan acomodado, que no fue capaz de enchufarse al partido de nuevo cuando se vio acorralado por su oponente.
Segunda ocasión en la que los coruñeses no ganaron en su estadio en el presente curso, pero a diferencia del empate con el Málaga, en esta ocasión no merecieron un mejor resultado. Son superiores al Numancia, pero el juego no brilló y se esforzaron muy poco para marcar sus dos goles.

Los primeros diez minutos del encuentro fueron un monólogo total de los pupilos de Natxo González, que hasta disfrutaron de tres ocasiones de gol. Y a la tercera fue la vencida.

Golazo de Edu
Saúl centró desde la banda izquierda, Borja Valle tocó la pelota para dejarla en la frontal del área y Edu Expósito sacó un zurdazo inapelable que se coló por la escuadra. Era el primer gol del mediocampista como blanquiazul.

El tanto despertó al Numancia y provocó que los locales retrasaran líneas, cedieran la pelota a su rival y se conformaran con controlar el duelo e intentar sorprender a la contra.

Sin buscarlo, el conjunto herculino se encontró con el 2-0, que parecía que mataba el choque. A los 29 minutos, Diamanka cedió un balón atrás, sin mirar, y, sin darse cuenta, le dio la pelota a Borja Valle, que no desperdició el regalo y se impuso en el mano a mano al portero Juan Carlos.

El vendaval blanquiazul parecía arrollar a los sorianos, que siete minutos después veían cómo el delantero berciano estrellaba el esférico en el poste izquierdo tras una gran jugada de Carles Gil, que se marchó de dos rivales, llegó a la frontal del área y sirvió una asistencia de lujo a Valle.

Y ahí se cortocircuitó el juego de los deportivistas. Se vieron tan superiores, con una ventaja tan cómoda pese a haber exhibido muy poco, que pensaron que el partido ya estaba cerrado y que era mejor pensar en el siguiente compromiso, el del próximo domingo contra el Zaragoza.

Pero el Numancia afrontó el segundo tiempo con un cambio de chip. La escuadra de Aritz López Garai, que no había ganado ningún encuentro lejos de su estadio esta temporada (y que sigue sin conseguirlo después de ayer) quería demostrar que aún tenía muchas cosas que decir.

En los tres primeros minutos del segundo acto, los rojillos ya gozaron de dos ocasiones de gol. La segunda enmudeció Riazor, ya que Higinio estrelló el balón en la cruceta tras rematar de cabeza una falta colgada por Alain Oyarzun.

El Deportivo respondió en el 51 con un testarazo de Quique que se fue al larguero, pero ocho minutos después, el conjunto soriano acortó distancias. Alain ganó la línea de fondo y metió un gran centro que Unai Medina, en pugna con Borja Valle, se impuso al de Ponferrada y conectó un cabezazo con el que envió la pelota al fondo de la red.
Alain, que entró en el terreno de juego al comienzo de la segunda mitad, lideró la revolución numantina y en el minuto 78 se destapó con un nuevo gran centro desde la banda izquierda. En esta ocasión fue Diamanka quien, con un remate acrobático en el segundo palo, aprovechó el envío del donostiarra para hacer el 2-2.

Pablo Marí pudo desequilibrar el duelo de nuevo en el 80, con un remate de cabeza tras un saque de esquina, pero el guardameta Juan Carlos salvó a su equipo al desviar el esférico con la rodilla.

En el minuto 92, el árbitro expulsó a Saúl al mostrarle una segunda cartulina amarilla más que rigurosa.

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